Tres años han pasado desde el cuarto disco de Lori Meyers, Cuando el destino nos alcance. Tres años de éxitos, en los que han pisado todos los festivales, al tiempo que pegaban un buen empujón a su base de fans. Los granadinos ya no son, ni mucho menos, patrimonio exclusivo del público indie.
Con Impronta, Lori Meyers no han buscado evolucionar su sonido. Al contrario, se reafirman en que lo suyo es el pop melódico. Y beben de la tradición del pop clásico español, desde El Dúo Dinámico y Los Brincos hasta Nacha Pop.
Impronta sólo se mueve sobre esa línea, que Noni, Álex y compañía han querido perfeccionar. El disco es impecable, por ejemplo, en la producción. Y excelentes son algunas de las melodías o riffs de guitarra, como el de ‘Tengo un plan’. Pero en ese afán de perfección, dan vueltas y más vueltas sobre algo que ya está inventado.
Con dos o tres excepciones, los temas de Impronta suenan a repetido. Suena todo tan familiar, que al final ya no sabemos si Lori Meyers están reciclando sus propias melodías, o las que ya han reutilizado docenas de bandas a lo largo de la era pop. En cualquier caso, uso extensivo de los cuatro o cinco acordes del pop de siempre. ‘Una señal’ es poco menos que una versión de ‘Mejor’ de Los Brincos, vestida con sintetizadores (y a su vez guarda bastante parecido con ‘I Want To Break Free’). Y así.
Los granadinos se miran más que nunca en el espejo de Los Brincos. ‘El tiempo pasará’, ‘Deshielo’, ‘Zen’, ‘A-Sinte-Odio’ y ‘Despedirse’ tienen todas un inconfundible aire Brincos, lo cual no es nuevo en Lori Meyers. La diferencia es que, esta vez, no hay casi influencias que hagan de contrapeso. Es una pena que en Tame Impala no se hayan fijado más que para elegir las portadas de los singles. No hay un tema en el que arriesguen; no hay un ‘Alta fidelidad’. Impronta es el disco más homogéneo de Lori Meyers, y me atrevería a decir también monótono.
Pero no vamos a obviar las virtudes del álbum. Lori Meyers son buenos en lo que hacen, y lo demuestran. Los anticipos, ‘Planilandia’, ‘El tiempo pasará’ y ‘Emborracharme’ se pegan, joder si se pegan. Esta última, junto con ‘Huracán’ (para mí el mejor tema del disco) apuntan a nuevas favoritas de los fans. Se unirán sin problemas a la colección de pequeños himnos de Lori Meyers que la gente coreará en los festivales. Y no tendremos más remedio que incluirlas en nuestra lista de mejores canciones del verano.
La producción, como he señalado, acierta al 100%. Falkner y Krys meten arreglos de cuerdas o de viento en el momento adecuado, como el estribillo de ‘Emborracharme’, Phil Spector a más no poder. Pero una producción esmerada no basta para llenar los vacíos del disco. No puede poner sustancia y garra donde no la hay.
Impronta no tiene una gota de mala leche, pero tiene pop suave y melódico a paladas. Con este disco, para mí Lori Meyers se consagran definitivamente como los principales representantes nacionales del pop atemporal y para todos los públicos. Unos Coldplay españoles. Me resulta inconcebible que los que vibran con estos, con Pereza o con Amaral no caigan a los pies de Lori Meyers.
En suma, Impronta es el disco más conservador de la banda, pero también el que mejor muestra su facilidad para la melodía optimista y pegadiza.
Nota bandálica: 6,5