¿Se está estancando la música en las redes sociales?

¿Qué fue del efecto viral? ¿Se está quedando estancada la música en el mundo de las redes sociales? Aunque a priori parezca que no, si se observa bien, se verá que la música es un «producto» más díficil de compartir socialmente que otros contenidos, como fotos, animaciones o breves vídeos caseros.

La razón es simple. En lo que se tarda en escuchar una canción completa (mínimo 3 minutos), un usuario puede hacer clic en más de 100 fotos de Instagram, o puede leer unos 60 «memes» tontorrones. Nos lleva medio segundo en decidir que una imagen nos gusta y merece la pena compartirla. Para tomar la misma decisión con una canción tendremos que haberle dedicado lo menos 3 minutos de atención. Y esto es una seria losa cuando se está navegando desde el trabajo.

Esta simple traba, y no otra cosa, explicaría por qué en un mundo donde las reglas han cambiado radicalmente, donde ya no mandan las discográficas y las radiofórmulas, sigue siendo muy difícil para las bandas y artistas emergentes abrirse hueco y lograr extender su música entre el público. El efecto viral existe, pero sólo unos pocos lo logran.

Ahí está PSY y su ‘Gangnam Style’ para demostrarlo. 725 millones de reproducciones en YouTube en sólo 4 meses significan que había mucha gente dispuesta a dedicar esos 3 necesarios minutos de atención (visto desde el lado negativo, 3 minutos que esas personas no han dedicado a escuchar una canción de más calidad).

De todas formas, ¿cada cuánto se da un caso como este? De tal magnitud, nunca, ya que ‘Gangnam Style’ ha batido récords de audiencia y efecto viral. En cuanto a fenómenos similares, aunque de menor alcance, se dan sólo una vez cada tres o cuatro años. Recordemos a los cuasi olvidados OK GO y su ‘Here It Goes again’.

Pero, ¡un momento! Yo no paro de ver en la columna derecha de Facebook esas interminables listas de canciones que mis amigos están escuchando en Spotify. ¿No quiere eso decir que la música se comparte a todas horas en las redes sociales?

Pues en realidad no. Lo que ha conseguido un efecto viral es Spotify, no las canciones en sí. Esas actualizaciones de amigos en Facebook han servido como inmejorable publicidad a Spotify, pero de hecho no han logrado que nos paremos a escuchar las mismas canciones que nuestros amigos. Primero, porque no tenemos tiempo, y segundo y más importante, porque no nos fíamos del gusto musical de nuestros amigos. De hecho, en algunos casos lo odiamos. ¿Quién no tiene un amigo/a aficionado a compartir canciones de David Guetta y Rihanna?

Y he aquí la segunda característica que hace de la música algo difícil de compartir vía redes sociales. Los gustos en música son muy heterogéneos. Podemos tener todo en común con un amigo del alma, salvo los estilos musicales. Siempre hay gente dispueta a experimentar, y la red ha hecho mucho por abrir horizontes, pero la verdad es que los estilos y gustos musicales suelen funcionar como ghettos, o bandas rivales entre sí. No es casualidad que una de las frases hechas más populares de internet sea «si alguna vez nos meten en la cárcel por bajar canciones, sólo pido que nos separen por estilos».

Por tanto, lección extraída de internet: mientras que a todo el mundo le gustan los vídeos de gatos, es muy difícil poner a todos de acuerdo en una canción o un estilo de música. ‘Gangnam Style’ ha sido una singular excepción, y aun y así por estas fechas ya debe de tener más haters que fans.

Esto sólo quiere decir que hay que los artistas emergentes tendrán que ser un poco más creativos a la hora de hacer llegar su música a los demás. Compartir su vídeo en Facebook y redes sociales masivas o generalistas no basta.

PSY ft. MC Hammer – «Gangnam Style» on 2012 American Music Awards (MTV)

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