Mr. E y los suyos podían haberse presentado en La Riviera en albornoz, que nos hubieran gustado igual. Uniformados con trajes Adidas y con gafas de sol, los de California recorrieron gran parte de su último álbum Wonderful, Glorious.
He de decir que después de haber visto a Eels en una sala mucho más pequeña y acogedora y en un festival veraniego, la idea de verles en una sala cerrada y tan grande como La Riviera me parecía menos apetecible. Pues no, fue un gran concierto. Habrán tenido ya oportunidad de leer el carrusel de temas y bises en otras crónicas, la mía llega algo tarde, se me ha ido un poco la mano con eso de dejar pasar un par de días para no agobiar con la crónica esta vez…
Sigo aún sin saber qué significado tenía el palo de madera que sacó Mr. E en el primer tema ‘Bombs Away‘ Mr. Y es que, de los codificados gestos de Mr. E, el único que me resultó fácilmente descifrable fue el de subirse los pantalones del chándal.
(Foto: Bsides)
Aliñando cada tema con abrazos y presentaciones y con el bautizo del nuevo guitarrista, fueron sonando temas como ‘Kinda Fuzzy‘, que pilló al público aún calentando pero que sonó espectacular, ‘Hombre Lobo‘, potentísima con los aullidos de Mr. E, ‘Fresh Feeling‘, a la que le dieron un toque más folky de lo habitual, ‘New Alphabet‘ que ya el público coreaba sin miedo, para acabar la parte principal del concierto el tema ‘Wonderful, Glorius‘.
Terminaron de enamorarnos con tres bises que incluyeron temas tan míticos como ‘Fresh Blood‘ y ‘Beloved Monster‘ y mientras para algunos la gran noticia de la noche fue la aparición de Doña Letizia, para mí, la noche se culminó con unas cañas y una muy agradable conversación con Fran Nixon, que también había estado disfrutando del concierto. Y así, de un grande internacional a uno nacional, terminó una noche redonda que esperamos que continúe con el próximo bolo del señor Nixon.