Esta es mi crónica loca del BBK Live 2013 celebrado en Kobetamendi, Bilbao los días 11, 12 y 13 de julio. Podría contarles más, pero aún lo estoy escurriendo.
JUEVES 11 de julio
Los directos de alt-J y Toy eran, sin duda, el reclamo ideal para los BBKLievers que quisieran llegar al recinto de Kobetamendi el jueves a primera hora de la tarde. Es una verdadera lástima que la espera para los autobuses de subida al recinto y para el intercambio de las pulseras nos lo pusieran tan difícil y no pudiéramos disfrutar de estos dos directos tan apetecibles.
Superada la decepción inicial y ya con una cerveza en la mano, esperábamos el comienzo de Editors en el escenario principal que alternaron temas de su último álbum The Weight of Love, con éxitos ya consolidados como ‘Smokers Outside The Hospital Doors‘ y ‘An End Has a Start‘. Cerraron apoteósicamente con ‘Papillon‘ y con el movimiento de caderas del guapo de Tom Smith.
El bocata de lomo con queso de la cena lo combinamos con el genial directo de Charles Bradley And His Extraordinaries. Algún festivalero precoz retozaba ya agonizante entre las sillas de la zona de comida y le quitaba algo de misticismo al momento soul de la jornada, pero no nos impidió disfrutar del torrente de voz de este portento de la música.
Con la lengua fuera y pasando por la barra, llegamos al escenario principal para presenciar el larguísimo directo de Depeche Mode. Afortunadamente no había que esperar demasiado en las barras del escenario principal. Fue de esos conciertos que incitaban, por unas cosas o por otras, a la bebida. Con algún que otro problema de sonido, comenzaron desgranando buena parte de su último trabajo Delta Machine y dejaron para el final un carrete de éxitos indiscutibles como ‘Enjoy the Silence‘, ‘Personal Jesus‘ o ‘Just Can’t Get Enough‘. Que me perdonen los fanáticos de los de Essex, pero a mí se me hicieron bola, muy a pesar de las tablas de Dave Gahan, de su ímpetu y de su pelvis prodigiosa.
Como en cualquier festival que se precie, los irlandeses Two Door Cinema Club fueron la apuesta segura de la noche. Reventaron el escenario principal con los ya consagrados ‘What You Know‘, ‘Something Good Can Work‘, ‘I Can Talk‘ y ‘Undercover Martyn‘ pero además, nos demostraron que su último álbum Beacon también se deja bailar y así desgastamos algo de suela con ‘Sun‘ y ‘Sleep Alone‘.
VIERNES 12 de julio
Aprendida la lección del jueves, el viernes llegamos con tiempo para patear el último tramo de la subida a Kobeta, pasar por la barra y colocarnos en las primeras filas para ver a The Vaccines. Lamentablemente, la tormenta se dio la misma prisa que nosotros y con apenas 5 temas y ya empapados, claudicamos y nos fuimos al refugio de la carpa.
Hubo quien aguantó hasta que cancelaron la actuación. A ese festivalero acérrimo le nombraría yo Capitán Ginebra, porque les aseguro que estando sobrio, se hacía muy complicado aguantar el chaparrón. Una verdadera pena, tal y como empezó, estaba claro que hubiera sido uno de los mejores conciertos del festival. Temas como ‘Teenage Icon‘ y ‘Post Break-up Sex‘ sonaron geniales.
En la carpa se juntaron los que huían de la lluvia con los que querían ver a Fuel Fandango y mientras esperábamos a que empezasen los cordobeses y/o dejase de llover, una suerte de tobogán de barro (y unos cuantos ingleses ya cocidillos) nos dejaba la sensación de estar viviendo un Glastonbury al pil-pil, en cazuela de barro, claro, mucho barro. Muchas ganas de fiesta tenía el público que llenaba la carpa y que hizo que el suelo (y el set de sonido y vídeo) rebotasen y se tambaleasen al son del flamenco fusión.
Una hora y media de concierto dieron Kings of Leon, supuesto plato fuerte de la noche que a pesar de sonar genial (exactamente igual que en álbum), nos dejaron con ganas de algo más de acción en el escenario. Tuvimos que esperar al final del concierto para despegar con temas como ‘Use Somebody‘ o ‘Sex On Fire‘ en los que, y no es por echarnos flores, parecía que el público se entregaba más que el propio grupo.
Del concierto de Public Image LTD no sé qué decirles. John Lydon (Sex Pistols) y su post punk me dejaron sin palabras y me dieron sed.
¿Tienen ustedes un amigo francés con excelente gusto musical que les haya insistido para ir a ver a Birdy Nam Nam? Nosotros somos afortunados y lo tenemos y por ello renunciamos a la sesión de los ya consagrados 2ManyDJs. E hicimos bien en hacerle caso, deliciosa zapatilla la de estos 4 DJs, que van sumando unos ritmos a otros hasta hacerte vibrar en una marea electrónica.
SÁBADO 13 de julio
Si algún insensato fue a la carpa Vodafone sin conocer a Delorentos, seguro que ya ha aprendido la lección y está buscando Little Sparks, último álbum de los irlandeses para volver disfrutar temas como ‘Did We Ever Really Try‘ o ‘Care For‘, que sonaron genial y que nos hicieron botar desde primera hora.
Si han escuchado Modern Vampires of the City, último trabajo de Vampire Weekend se preguntarán si las voces, que suenan tan originales en el álbum, se reproducen igual en el directo. Pues no, la verdad es que no. Uno de mis temas preferidos, ‘Ya Hey‘, sonó bien, pero sin gorgoritos y claro, los que íbamos preparados para berrear los gorgoritos, nos quedamos con las ganas. Un concierto algo más tranquilo de lo que se esperaba, pero en el que se pudieron bailar los ya míticos ‘A Punk‘, ‘Horchata‘ y ‘Oxford Comma‘.
En vista de la cantidad de gente que llenaba el recinto (mucho más abarrotado que las 2 jornadas anteriores) y del cuello de botella que se formaba a la entrada en las horas punta, decidimos sacrificar la media hora que teníamos antes del concierto de Green Day y dedicarla a beber esperar.
He de decir que, aunque los últimos trabajos de los americanos no me gustan demasiado y hace tiempo que les perdí el hilo, el concierto que dieron el sábado me pareció de los espectáculos más divertidos que he visto en un festival. Fue intenso, disfrutable y emocionante. Bailamos al son de una larga lista de himnos como ‘Basket Case‘ o ‘Welcome to Paradise‘ que aderezaron con varias versiones de clásicos de AC/DC y los Rolling Stones. Ni de esto, ni de Billie Joe Armstrong rociando con agua a las primeras filas, cantando con uno de los fans y regalando una guitarra se acordará alguna festivalera loca que se olvidó de cenar y que casi acaba troceada en nuestro pequeño y humilde pogo familiar.
Y si en Green Day lo dimos todo bailando, con Fatboy Slim hubiésemos hecho lo propio si hubiésemos tenido sitio para movernos. Entre la multitud se distinguía a un tipo elegante. Con sus platos Fatboy Slim nos hizo desgastar la poca suela que nos quedaba a base de no jugársela demasiado con los temas.
No puedo terminar esta crónica sin agradecer a esos amigos festivaleros con alma de boy scouts que en los momentos de máxima necesidad se sacan un Huesito del bolsillo o te ofrecen la última copa de ron del festival y te salvan la noche para que puedas reventar de bailar con los últimos DJs.
(Fotos oficiales de Musicsnapper & Tom Hagen & Rhythm And Photos)