Murcia se arrodilla ante Sus Majestades The National
El segundo día del festival fue, sin duda, no el plato fuerte, sino el banquete del evento. Nos levantamos con un poco de resaca y bastantes secuelas físicas de la noche anterior (que algunas tenemos una edad, sabéis), pero nada que un par de Monster y algo de birra no pudieran solucionar.
Cuando llegamos al recinto se seguía respirando el buenrollismo del día anterior porque, queremos recordarlo, el SOS es una gran fiesta. Nosotros la vivimos así y de eso os queremos hablar hoy: de la gran fiesta que nos pegamos por tierras murcianas.
Esta crónica la haremos a tres manos, porque Alicia (@AlicciaArroyo), Diego (@diegorubio1992), y yo, Roby (@robyiinthesky), queremos dar las gracias al SOS por tanto… Y solo sabemos hacerlo así.
Dorian (Estrella Levante)
Acababan los murcianos Nunatak de empapar el recinto con un poco de su folk épico sobre el escenario Jägermeister y empezaba el sol a darnos una tregua cuando Dorian hacían su aparición sobre el escenario Estrella Levante. Nos presentaban Diez Años Y Un Día, que no tiene ni un mes de vida, y para la ocasión venían acompañados por un terceto de cuerdas.
Tocaron todos esos grandes himnos que ya conocemos de sobra y los pudimos sentir con un sonido reciclado, distinto y muy cuidado. El SOS 4.8 se volcó cantando con todas sus fuerzas ‘Cualquier Otra Parte’, ‘El Temblor’, ‘Los Amigos Que Perdí’ o ‘La Tormenta De Arena’. El público empezaba a calentar motores. (Alicia)
Temples (Estrella Levante)
Tras una larga lucha interior, decidí perderme a Los Punsetes (¿qué festival sería si no sufriera algún solape?) para hacer triplete con los de Kettering. Y siempre es buena elección, oigan.
Los vi en el Primavera Sound 2014, en el pasado a mejor vida 101 Sun Festival y en esta edición del SOS: estos chicos han madurado y mejorado en directo a ritmo constante y frenético. Los británicos ya brillan con luz propia, una luz densa y seductora. Se subieron al escenario y, sin mediar palabra, se presentaron a una Murcia que cayó rendida a sus pies al primer riff de ‘Sun Structures’. Nadie pudo resistirse a ‘A Question Isn’t Answered’, durante la cual palmearon, cantaron y corearon «oooo oooooooos» hasta las partes instrumentales.
Pero que Temples están creciendo se vio en canciones como ‘A Golden Throne’, que adquirió un tono oscuro que nunca antes tuvo, ni en el disco, ni en sus directos. Bagshaw y los suyos aprovcharon además para presentarnos un tema inédito, llamado ‘Henry’s Cake’, con un sonido a medias entre el dream pop y el rock barroco, etérea y ensoñadora. Una composición de irrealismo, como si Alicia a través del espejo se transformara en música. En la recta final nos deleitaron con una ‘Mesmerise’ alargada por una improvisación instrumental que duró unos tres minutos, acompañada por un juego de luces psicodélico y delirante, para luego ofrecernos unos pocos segundos de ‘Shelter Song’, su corte más aclamado por las masas, antes de que la organización le cortara el sonido y los echara del palco. Imperdonable. (Roby)
Glass Animals (Radio 3)
Eran las 22.30, hora reservadísima para Glass Animals, ese cuarteto de Oxford que casi apareció de la nada y que con ese sonido que tanto les caracteriza están conquistando escenarios y no precisamente pequeños. Como por ejemplo el de Radio 3, que poco a poco se fue llenando, de fans, de indecisos y de curiosos que se llevaron seguro, una grata sorpresa al toparse con ellos. Comenzaron con ‘Psylla’ y fueron desmontando poco a poco su álbum debut ‘Zaba’, que contiene delicias como ‘Black Mambo’, ‘Pools’, ‘Gooey’, ‘Toes’ y cómo no ‘Hazey’.
Kanye West también tuvo cabida ya que se atrevieron con una versión de ‘Love Lockdown’. Un Dave Bayley pisando el escenario con unos calcetines blancos, se movía de manera muy singular sobre el escenario acompañando el ritmo de sus enigmáticas melodías que a mí (y creo que a todos) me tenían alucinando. En mi humilde opinión, este fue el mejor concierto del SOS 4.8. (Alicia)
Lori Meyers (Estrella Levante)
Lori Meyers les pisaban los talones a Temples que tuvieron que acabar deprisa y corriendo su actuación dejándonos con la miel en los labios tras poder tocar únicamente unos 30 segundos de ‘Shelter Song’. Esa espinita se nos quedó clavada ahí…. Aún así, no lo puedo evitar, cuando sacan sus armas lo hacen tan bien que te olvidas de todo. Y es que «nos falta pista de baile para bailar en el SOS», como dijeron al cambiar la letra de ‘¿A-ha han vuelto?’ porque cuando estos granadinos lo dan todo no tienes más remedio que acompañarlos en ello. El concierto fue, sin duda, un deleite. Y no solo para los fans más acérrimos del grupo, sino para todos los que estaban allí, ya que nos hicieron viajar por toda su aclamada discografía empezando por ‘Hostal Pimodán’, pasando por ‘Mujer Esponja’, ‘Emborracharme’, ‘Luciérnagas Y Mariposas’ e incluso el nuevo tema que sacaron hace poco con motivo del 25 aniversario del telescopio Hubble.
Cómo no, cabe mencionar el momento ‘Mi Realidad’, la canción que, independientemente de que te gusten o no Lori Meyers, no tengas más remedio que enloquecer y gastar zapatilla bailando hasta perder el control. Eso es así. Lori Meyers pusieron una vez más patas arriba el escenario Estrella Levante e hicieron que nos lleváramos un recuerdo imborrable de esa actuación. Una única objeción: un concierto demasiado largo. (Alicia)
The National (Estrella Levante)
Sobre las alas de ‘Riders On The Storm’ aterrizaron los de Ohio en el Estrella Levante, y sin perder el tiempo nos arrojaron, casi con prepotencia, ‘Don’t Swallow The Cup’, uno de los cortes más amados de su último trabajo. No nos dirigieron palabra: les concedieron poco tiempo y tenían a más de treinta mil personas (¿seguros que no os habéis dejado un par de puñados de miles por ahí?) que atender.
Tienen algo, The National, algo que siempre consigue llegarle al público, directo al corazón, algo que hace que no necesiten una sala para que su música resplandezca. Ese algo que les permitió arrebatarnos el alma con sus canciones más delicadas y melancólicas, como ‘I Should Live In Salt’, ‘Pink Rabits’ o ‘Bloodbuzz Ohio’, temas que produjeron un huracán de emociones en los presentes. Sensaciones visibles y que se podían palpar en el aire; miré a mi alrededor y por todas partes vi corazones encogidos y brazos levantados, bocas abiertas y ojos cerrados. Vi a personas desaparecer en las melodías, a almas volando lejos.
Vi estupor cuando el registro cambió y desenfundaron ‘Squalor Victoria’, con un Matt gritando como si la voz le saliera desde todo el cuerpo, bruta y visceral, y cuando empezó a tirarse al suelo para enfatizar la locura de ‘Abel’. Vi a miles de personas desconcertadas por la luz cegadora que puede llegar a desprender la oscuridad de los estadounidenses.
Vi a millares de criaturas indefensas que empezaban a corear ‘I Need My Girl’, obra maestra de delicadeza y preciosismo, pero que perdieron el habla en cuanto el frontman sacó desde una profundidad infinita la gravedad de su voz; y también vi paz y sueños de amor cuando nos deleitaron con ‘Slow Show’. Pero sobre todo vi la cara de quien descubre por primera vez que The National es mucho más que poesía meditabunda, cuando en La Fica retumbó la soberbia melodía de ‘England’.
Vi a un Matt que no se cansa del contacto con el público, con SU público, y que se bajó del escenario para darse una vuelta mientras decenas de manos le impedían entonar ‘Mr. November’ o ‘Terrible Love’. Vi a un Matt que aún recuerda cuando no conseguían que ni tan siquiera diez personas fueran a verles y que ahora se lleva su merecida aclamación.
Vi a unos reyes invadir Murcia, y los vi en su majestuosa conquista.
Digitalism (Estrella Levante)
La noche prometía. Digitalism y 2manydjs. Y dos gigantescas pantallas en las que se iluminó un sonoro (digo sonoro porque verlo ya suena) ‘Radio Soulwax’ hacia las 3 de la mañana, que te recordaba que todo iba a quedar en familia. Así que preparé mi última remesa de tokens para que no faltara de nada y fui para dentro, a quemar los últimos cartuchos de SOS.
Vaya por delante que el dúo alemán Digitalism sabe hacer las cosas. Saben hacer que levantes bien abiertos los brazos con su autoremix de ‘Pogo’ entre latigazos funk duftpunkizados y saben hacerte quemar suela con ‘The Pulse’, más cercano al punk electrónico de Justice, pero sobre todo saben olvidarse del french touch cuando hace falta y tirar de raíces patrias para hacerte bailar con militaridad germánica. El problema es que todo esto se desarrolló demasiado rápido, sin tiempo para la progresión y convirtiendo la sesión en una batería de repeticiones cíclicas sobre el mismo patrón: ondas, subidón, martillo; ondas, subidón, martillo… y no. De los padres de ‘Wolves’ te esperas algo más, por mucho que su hábitat natural sea la sala. (Diego)
FM Belfast (Radio 3)
Festival de rollos de papel higiénico, humor, colores y bailes espasmódicos sobre el escenario que contagiaban a todos los allí congregados a ritmo de su electro pop, en eso se puede resumir el increíble espectáculo que ofrecieron unos FM Belfast imparables. A pesar de tener a Digitalism en el escenario principal, los islandeses iban reclutando adeptos a medida que su show iba creciendo con temas como ‘Stripes’, ‘Everything’ o ‘Underwear’. Eran como una llamada a la fiesta. En esos momentos en que parecía que la locura había llegado a sus topes, cogía el cantante, Árni Vilhjálmsson (impronunciable) y se quedaba en calzoncillos, o Egill Eyjolfsson (más impronunciable todavía) se marcaba el baile de su vida (parecido al mítico baile de mierda de Muchachada Nui).
Por si fuera poco, empezaba a sonar ‘Brighter Days’ que más tarde enlazaban con ‘Wonderwall’ de Oasis mientras Lóa se encargaba de seguir redecorando el escenario y su vestimenta con una boa de plumas, papel higiénico y otros materiales.
Estos maestros del buenrollismo nos hicieron sudar pero bien, y eso que a esas horas no había ni rastro de los 40ºC habituales del día murciano. Nuestro cuerpo estaba listo para continuar la sesión con 2manydjs. (Alicia)
2manydjs
Lo de Digitalism tiene delito, sí pero más todavía tiene lo de 2manydjs. Porque Soulwax es otra historia, cimentada a base de cerrar los mejores festivales del mundo y dar fiestones celebérrimos. Así que yo me esperaba eso, uno de aquellos Creamfields… y no estuvo mal.
La deriva comercial les ha ido alejando cada vez más del sonido DFA y del dance punk salvajista (menos mal que ‘NY Excuse’ logró sonar desmelenada y que yo me desmelenara) para acercarles al electro house, resultando una sesión previsible que por momentos dio incluso la sensación de pregrabada.
Suficiente para pasárselo bien a semejantes horas de la noche, pero a los belgas se les pide, a estas alturas, que vayan dando clases magistrales, no que se las den a ellos (apúntate esa, Feed Me). Y me dejaron ganas de fiesta, o sea que, si lo hubiera sabido antes, me hubiera ido derechito al after en el que pinchaba FM Belfast, Six In The Morning. Si alguien estuvo, que me lo cuente. POR FAVOR. (Diego)
Hasta 2016, SOS, gracias por tanto.
Fotos por Mario Franco, Undercreatives Productions, SOS 4.8
SOS 4.8, viernes: el triunfo de Morrissey (o eso dicen)
Los bándalos le tenemos especial cariño al SOS 4.8, un festival que con trabajo, esfuerzo y constancia ha ido creciendo hasta tener un cartel tan espectacular como el de esta edición.
Otra cosa que nos gusta muchísimo son las crónicas a cuatro manos, así que os vamos a contar cómo vivimos el viernes mi nuevo compañero Diego (@diegorubio1992), y yo, Roby (@robyiinthesky).
Perro (Radio 3)
“¡MARLOTINA, HIJOS DE PUTA!” gritaba, nada más empezar el concierto, un grupito de zumbados que no pararon de pedir este tema hasta el final. Muy en la línea del grupo murciano, que tiene uno de los directos más divertidos y absurdos del panorama patrio. Lo mismo te sueltan una blasfemia, que te invitan a irte a ver a Xoel, que hacen que bailes, saltes, y cantes a grito pelado sus canciones a pesar del inflexible sol de Murcia. Tienen gracia y vitalidad y ni tan siquiera el clima exageradamente estival hizo que el público dejara de disfrutar de canciones como ‘Bicicleta’, elegida para abrir y activar a la peña.
La banda autóctona fue lanzando temas de sus dos trabajos y aprovechó para presentar alguno del próximo, que también fueron bien recibidos por la audiencia. Uno de los momentos más esperados fue seguramente el de ‘Reina de Inglaterra’, entonada por todo quisqui como si de un himno generacional se tratara. El auge, sin embargo, llegó con ‘Marlotina’, para la cual los asistentes ya habían pasado de ser un tímido grupito a una multitud desbocada, estaban a topísimo y entre saltos desnucados repitieron una y otra vez las estrofas casi obsesivas de la canción. El SOS es una gran fiesta y Perro lo dejan patente. (Roby)
Xoel López (Estrella Levante)
Contando con el sol de justicia y el abrasador calor que hace en Murcia a las 17 de la tarde, se agradece que la organización coloque los platos fuertes a partir de las 19.30 para que se te haga rápido de noche, aunque eso signifique que sea prácticamente imposible la alternancia de escenarios. Robarle dos horitas más a la tarde supondría un mejor reparto horario y también mucho más calor. Ellos ya han hecho su elección. Así que a las 19.30 del viernes, Xoel López inauguraba el Estrella Levante, el escenario principal. El de La Coruña llegó con su banda habitual, bastante solvente, y soltó de inicio el ‘Que No’ con el que triunfara hace ya más de diez años como Deluxe, para ir entrando poco a poco en la dinámica de cantautor (Juan Pardo y Nino Bravo se me vienen a la cabeza) que rodea ‘Atlántico’. ‘Tierra’, ‘Por El Viejo Barrio’ y, sobre todo, ‘Buenos Aires’ sonaron espléndidas y emocionantes. Además, venía presentando su nuevo trabajo, Paramales, del que pudimos escuchar ‘Todo Lo Que Merezcas’ o ‘Yo Solo Quería Que Me Llevaras A Bailar’, más rítmicas y tribales. Conciertazo. (Diego)
Luna (Radio 3)
Un escenario casi vacío recibe a los inmortales Luna, mítica banda de dream pop que acaba de volver a juntarse (que está de moda), a distancia de una década de su último concierto. Poco a poco el Radio 3 volvió a llenarse con un público que ansiaba disfrutar del pop de los de Nueva York.
Dean Wareham y los suyos dieron un repaso a su carrera y en La Fica sonaron éxitos atemporales que a más de uno le llevó directamente al principio de su adultez… o al final de su adolescencia.
La vieja guardia, huelga decirlo, fue seguramente la que más disfrutó de un concierto en el que la banda sacó a relucir un repertorio que fue de dream pop dulzón de ‘Chinatown’, a los dejes country y bluseros de ‘Sideshow By The Seashore’, pasando por una velvetiana ‘Bewitched’. Luna fueron perfectos en su ejecución, como excelentes músicos que son, a pesar de un sonido que no solo se vio cubierto en más de una ocasión por el procedente del escenario principal, sino que distorsionó y jorobó buena parte del show. Eso sí, de su versionaca de ‘Indian Summer’ sí que pudimos disfrutar en santa paz. (Roby)
Supersubmarina (Estrella Levante)
Bastante mejorable el directo de Supersubmarina, que siguieron a Xoel López en un escenario principal que se fue desbordando de público según se acercaba el momento de Moz y que se les quedó grande. Una oportunidad única para petarlo y Chino lo sabía: «ya sé que muchos de vosotros estáis aquí para ver a los artistas que vienen después, y que a muchos seguimos sin gustaros, pero… ante la duda, bailar ayuda». Y es verdad, bailar ayuda a pasárselo bien. Pero no a que tu concierto suene mejor. Supersubmarina son buenos y están respaldados por una interesante colección de canciones que, sin embargo, no terminan de arrancar en directo y se acaban quedando en un limbo estilístico entre los Strokes, Two Door Cinema Club y Vetusta Morla. Pusieron toda su pasión en ‘Ana’ –punto a favor– y tiraron más bien poquito de su última referencia. Pero sigue faltando algo. ¿Será eso lo que buscaban camuflados entre la gente en el concierto de The Vaccines? (Diego)
Morrissey (Estrella Levante)
El ex frontman de The Smiths era indudablemente el plato fuerte de la primera jornada del SOS 4.8, el que sin duda todos esperaban con más anhelo. Y nosotros los primeros, todo sea dicho. Se presentó al público en vaqueros y con una de esas camisas un tanto horteras y tan Morrissey, y comenzó su espectáculo volcando toda su fuerza en una de las más aclamadas por sus secuaces, ‘Suedehead’. Pero el de Manchester está de gira para presentar su último trabajo, World Peace Is None Of Your Business, y eso no hay que olvidarlo. Así que no es de extrañar que buena parte de su setlist lo ocuparan canciones de este último LP, cosa que no pareció agradar demasiado a un público que estaba como loco por escuchar sus inmortales éxitos de antaño.
Aún así, el personal se mostró muy receptivo con canciones como ‘Kiss Me A Lot’, que coreó como si de uno de sus hits de siempre se tratara. Los momentos álgidos fueron indudablemente los de sus composiciones sempiternas, como ‘Stop Me If You Think You’ve Heard This One Before’, de los difuntos The Smiths, o ‘Everyday Is Like Sunday’, perteneciente a su catálogo de solista. La visita de un fan que lucía una camiseta del Barça y un «Moz 30» en el dorsal también causó furor entre los demás, en cuyas caras se veían claramente admiración y envidia en partes iguales.
El mancuniano estuvo correcto y derrochó energía desde el primer hasta el último segundo, sin embargo no consiguió llevar a cabo un concierto tan memorable como para que se marcara a fuego en la mente de los que no son fan incondicionales. Y puede que parte de la culpa la tengan las desagradables imágenes de crueldad hacia los animales que se proyectaban a su espalda mientras entonaba ‘Meat Is Murder’, que serpentearon entre el público y envenenaron el ambiente. Morrissey, ese artistazo de cincuenta y cinco años que sigue portándose como un fogoso veinteañero que intenta imponer su ideología, vendiéndola como la única válida.
Un Morrissey solvente y correcto, pero que no supera el notable. Si hizo mella en Murcia, no fue por la calidad de su directo. (Roby)
Metronomy (Estrella Levante)
Metronomy me gustan mucho. Me pierden especialmente. Es la única explicación que encuentro a haber renunciado al concierto de Palma Violets (malditos solapes; me moría de ganas). Así que tras darme una vuelta de esas de catar el sonidillo desde lejos, me introduje entre la masa para ver a los de Joseph Mount. Su propuesta inclasificable entre la electrónica, el synth-pop y la cacharrería, te obliga a bailar y se presenta en directo siempre adaptada a las necesidades de la hora.
Arrancaron con ‘Holiday’ y ‘Radio Ladio’, dos trallazos de Nights Out que se asientan en un bajo frenético y marcial, y se excusaron de que no les acompañara Olugbenga Adelekan (¿el bajista más guay del mundo?), que estaba acompañando su mujer en el parto. A partir de ahí, rosa. Para entremezclar los temas de su nuevo disco, más kitsch (‘The Upsetter’, ‘I’m Aquarius’, ‘Reservoir’), con sus hits de siempre rodeados de ese savoir-faire de cultura de club británico: un ‘The Look’ que sigue siendo irresistible, ‘Corinne’ y el celebradísimo ‘The Bay’, que recuerda a todo el mundo que esto no es París, ni Londres, ni Berlín, ni Hong Kong, ni Tokyo, pero que el lugar donde decida tocar Metronomy, es uno de los sitios con más fiesta del globo.
Lástima que la mayoría estuviera allí por The Vaccines y se empeñara en no disfrutar de uno de los mejores bolos del viernes. (Diego)
The Vaccines (Estrella Levante)
Tras bailar al ritmo del elegante electropop de Metronomy, que son una apuesta segura siempre, llegó el momento de The Vaccines, otro de los grandes esperados de esta edición. ‘Teenage Icon’ fue la elegida para dar el pistoletazo de salida a un concierto que, presumíamos, tendría la intensidad y adrenalina de una carrera. Los ingleses fueron lanzando uno tras otro sus temas más famosos, que el público recibió como regalos inesperados entre boatos y vítores. Así, ante el escenario Estrella Levante nos dejamos la voz (sí, lo reconozco, yo también) con ‘Wetsuit’, ‘All In White’ o ‘Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra)’.
Nos volvimos locos y casi histéricos con el riff inicial de ‘Bad Mood’ (TANANANANANANANANANA TANANANANANANANANANA), que se mostraba además en las macropantallas. Nos exaltamos como quinceañeros con ‘If You Wanna’, que todos entonamos afinando como cochinos degollados (¡toma esta, Moz!). Y sobre todo reventamos de sana locura cuando, a modo de despedida, los británicos arrojaron su insultantemente adrenalínico ‘Nørgaard’. Un espectáculo que hubiera sido perfecto de no ser por la poca comprensión que mostraron los allí presentes cada vez Justin y los suyos tocaron cortes de su nuevo disco, próximo al lanzamiento. Con todo, el de de los londinenses resultó ser el concierto más entretenido de la primera jornada del festival murciano.
Los verdaderos headliners del viernes. (Roby)
Feed Me (Estrella Levante)
Confié en Feed Me para disfrutar de una buena sesión. Bien hecho. El nombre con menor nombre del festival dio un recital con cuatro Technics (ninguna genialidad, lo sé, pero para cómo está la cosa en estos espacios…) pinchándose a sí mismo con temas como ‘Rap Trap’, un cañón de electro mercúrico, entre remezclas de los Chemical Brothers. Cultura musical, cultura de baile y toque europeo, electro, dub y house cercano al acid. Un fiestón, vaya. Pocos dj’s en el cartel podían haber superado aquello, pero las coincidencias hicieron que en el otro escenario acabaran de empezar unos ELyElla que ya son toda una institución en los cierres del circuito festivalero nacional y cuya fórmula discotequera funciona a la perfección: hits indies y comerciales con base electro y progresivo zapatillero, subidones y buen rollo. Perfecto para perder el sentido crítico y empezar a quemar todas las calorías que has ido cogiendo a base de cerveza y vodka-bull… y lo que no son calorías. (Diego)
Todas las fotos de Javier Sánchez, Undercreatives Productions, SOS 4.8
Feed Me se os ha colado en el Radio 3 chicos! Era estrella levante. Por lo demás absolutamente de acuerdo en todos! Lástima que no os pasárais por Years & Years entre Metro y Vaccines porque fueron un gran descubrimiento y una fiesta de concierto! Abrazos 🙂
Ostras, ¡gracias! Un abrazo.