Crónica: Ojete Calor y el triunfo del subnopop

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El dúo cómico-musical reventó el Ochoymedio Club en un directo con colaboraciones nivel Sonorama


Una cola que daba la vuelta a la calle Barceló premonizaba la que se iba a armar en la céntrica sala madrileña. Ojete Calor hacía su primera fecha de presentación de Pataky, esperadísimo nuevo disco, y el sold out que consiguieron desde meses antes del concierto adelantaba que ambiente no iba a faltar. Más de una hora transcurrió entre la apertura de puertas y el inicio del bolo, pero la gente no hizo otra cosa que excitarse a un nivel mayor para lo que se les venía encima.

El telón se abrió tras la larga espera y comenzó lo que es imposible denominar mejor con otra palabra: SHOW. No hace falta tener un escenario lleno de músicos tocando instrumentos distintos para redondear una noche memorable. Dos hombres vestidos estrafalariamente y con canciones pinchadas desde la mesa de sonido para cantar por encima lograron que una sala abarrotada de las más importantes de Madrid se entregase y disfrutase como nunca. Una velada especial no solo por las introducciones de cada tema con un tono claramente humorístico, sino por momentos como cuando intentaron rapar a un aficionado en directo (no lo consiguieron porque la maquinilla no funcionaba bien), el crowdsurfing en barcas hinchables de playa o la presencia de alguna que otra celebrity.

Uno de los que se dejó caer por el Ocho fue Arturo Valls, que apareció con un tutú amarillo y la camiseta del grupo cuando estos presentaron a Mocedades para que teóricamente saliesen al escenario. Más tarde, en un gag de Evas, la presentadora y humorista Eva Hache colaboró con Ojete Calor junto a otros que no podían faltar a la cita dada su relación con el dúo en algunas grabaciones: Eva y Juan, a los que la mayoría conoce como Amaral (inolvidable su colaboración autoparódica en ‘Tonta Gilipó’).

Todos estos invitados se reunieron al final juntos para cantar y así despedir una noche en la que no faltaron temas míticos como ‘Viejoven’, ‘0’60’, ‘Cuidado Con El Cyborg (Corre Sarah Connor)’ o ‘Qué Bien Tan Mal’, pero tampoco nuevos éxitos del nuevo álbum como la eurodancer ‘Opino De Que’, todas ellas perfectamente coreadas por un respetable que quedó maravillado por las artes del subno-pop, sinónimo de espectáculo en estado puro.

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