El trío de Barcelona está conociendo el éxito con mayor intensidad fuera de nuestras fronteras, pero su ascenso es constante y evidente
Se nos llenó la boca –a algunos para bien, a otros para mal– cuando las Hinds actuaron en Glastonbury el año pasado. Pero al menos fue noticia. Pocos medios se han hecho eco de que este año hay otro grupo que lo está petando más allí que aquí que también va a cruzar frontera en lo que a macrofestivales se refiere. Yall actúan hoy mismo en Tomorrowland y puede que tú te estés enterando ahora. Pero tranqui, los tendremos de vuelta en un festival de casa cuando actúen en Dcode en septiembre.
Alrededor de la mesa se sientan Joan Salas, David Turover y Albert Pedrero, vestidos con la misma camisa que lleva una Y en el pecho. Ya ves que no dejan que ningún detalle se escape de la causalidad. Por algo no se les llama grupo de música ni ellos se consideran uno: eso sería demasiado atómico. Ellos repiten continuamente la palabra “proyecto”, y en otras ocasiones les veo mencionados como colectivo audiovisual. «Es un proyecto creativo e intentamos llevarlo a cualquier medio posible». Ahí lo tienes. Esos medios, por supuesto, no se quedan en la música, «eso es solo el punto de partida», me recuerda Salas. De aquí se extienden al mundo audiovisual y al de la moda.
Es posible que alguna noche hayas confundido a un señor con una mesa de botoncitos y un portátil con el dj de la discoteca y él, muy amable, te señalara a otra persona en el otro lado de la sala. «Tenemos muchas batallas en clubs para poder pinchar juntos, porque están acostumbrados a que la mesa de audiovisuales esté allí, en el rincón al lado del baño. Nosotros pinchamos juntos, tenemos nuestros visuales sobre el escenario». Lo de Yall con los visuales nace y crece en sus directos, me cuenta Turover. «Cuando la embergadura de los escenarios nos lo permite, cuando más espacio para el visual hay, intentamos que el mensaje no vaya sólo a través de la música. Tiene que ir con la gente. Todo lo que nos rodea lo utilizamos para comunicar lo que es Yall. Como también somos grupo de directo, aunque sea electrónico y de deejay, le damos mucha importancia a que ese directo sea completo».
De hecho, lo de unas simples pantallas que acompañen se les ha quedado tan pequeño como eso de “grupo musical”. «Junto a una agencia interactiva estamos desarrollando un software que es reactivo a nuestros movimientos. Es una manera de que nuestros visuales tengan vida, que no sean simples vídeos y puedan estar viviendo sobre los movimientos que nosotros estamos generando con los dedos», y completa Joan: «La idea es que ellos hagan movimientos al ritmo de la música y eso reaccione instantáneamente. Es instrumentalizar los visuales». Son la respuesta a la pregunta que ellos mismos se hacen, ¿por qué en vez de tener un bajista no tienes a un tío haciendo visuales?
Defienden que el concepto musical estaba muy cerrado, pero que ahora empieza a cambiar. Quizás sean una de las guías para esa pluralidad. «Cuando empezamos no conocíamos nada así, y por eso nos parecía interesante. Sí que hay grupos que tienen una parte audiovisual muy fuerte, pero no conocíamos la fórmula de que lo trabajaran internamente. Nosotros somos diseñadores y músicos, está integrado». En su página web ya está disponible su propia línea de ropa con varios objetos y complementos; lo que sería el merchandising que conoces de toda la vida pero creado por los propios Yall.
El proyecto de Yall tiene grandes aspiraciones, pero ellos solo son tres. Joan es quien se encarga de la producción musical; Albert y David son la parte visual y de diseño, con David llevando los mandos de la creatividad y Albert los del desarrollo tecnológico. Pero todas sus ideas se vuelcan sobre el tablero y deben superar el consenso. También pasa por el acuerdo entre los tres la decisión de las vocalistas a utilizar en los temas, hasta el momento Gabriella Richardson y Mandy Díaz, ambas protagonizando el featuring pero no como cantantes del grupo. «Realmente esta fórmula nos gusta porque es una manera de tratar diferente cada canción. Colaboramos constantemente con gente gracias a esto, es un proyecto abierto». En directo Joan Salas pincha y David Turover y Albert Pedrero se encargan de los visuales, «aunque a veces David viene a pinchar, se anima a poner unos temas y controla los módulos de efectos», confiesa Joan con una sonrisa.
Aunque han conseguido que pueda pintar en mi cabeza como es Yall en vivo, no termino de imaginar cómo suenan. En sus plataformas digitales todavía hay pocos temas disponibles. «Ponemos de todo. Desde mezclar pistas a capella con instrumentales diferentes hasta poner temas nuestros y de otra gente también». David añade que las intros de sus conciertos son composiciones que sólo pueden escucharse en directo, una nota de exclusividad.
Lo cierto es que, aunque comenzaron hace años como evento en Barcelona, fue con la canción ‘Hundred Miles’ con la que estallaron en radios y listas. Se creó para un spot publicitario y automáticamente se quedó en las cabezas de todos como “la canción de Desigual —que se parecía sospechosamente al ‘Lean On’ de Major Lazer—”. Esto hizo que se les señalara como grupo que trabaja para marcas, como si fuera ello un estigma. «Ya no diferenciamos la línea que separa lo comercial de lo underground, cada vez es más delgada. No nos gustan las etiquetas ni los prejuicios, porque hoy en día todos los artistas colaboran con marcas. A nosotros nos gusta hacerlo porque le da sentido a nuestro proyecto». Para ellos las marcas son solo un canal, una plataforma de lanzamiento que para aquel tema les vino como anillo al dedo. Ahora están arrasando con ‘Together’.
En una entrevista con MondoSonoro en 2016 comentaban casi a modo de risa que tenían “otro temarral entre manos”. Tan temarral que lo han vuelto a reventar. «Sabíamos que tenía potencial, nos quedamos muy contentos con el resultado del tema, y sobre todo con el videoclip, de tener la oportunidad de rodarlo en Seúl y con la patinadora que sale en el vídeo, Hyojoo Ko». Esta no se creó para ninguna marca, surgió «de la necesidad de sacar música nueva. Teníamos varias producciones en camino y esta nos gustaba más». A la skater la encontraron gracias a una amiga que les envía virales. Entre sus manos cayó el vídeo de Hyojoo Ko, y dicen: «el match fue directo. Supimos entonces que así iba a ser el tema. El resultado ha sido buenísimo».
‘Together’ es la protagonista de una nueva campaña de publicidad… o de dos. Los chicos de Yall me cuentan que hay otra marca que les ha cogido la idea utilizando una música similar, otra chica en longboard, los mismos planos exactos. Cuando me cambia la cara mientras me cuentan que Bicentury les ha copiado la idea, son ellos los que dicen “está bien, está guay, parece que gusta”. Y quieren que siga gustando, porque hace dos semanas han lanzado dos nuevos remixes para el tema, «más cañeros y más de club para que se introduzca en las maletas de djs y que sea más pinchable. Uno es nuestro y otro de Lenno, un productor danés que nos encanta».
Aunque continúan con el formato de lanzamiento de singles en el que van a permanecer un tiempo, si les preguntas por el disco responden todos al unísono. «Es un algo muy gordo, hay que proyectarlo. Tiene mucho trabajo pero nos haría mucha ilusión y vamos por el buen camino». No, el ritmo en el de Yall no para, y eso es precisamente lo que le piden a su futuro cercano. Actualmente la banda se encuentra terminando dos próximos temas y su plan es continuar con los videoclips para sacarlos cuanto antes. «Para el vídeo de una hay una idea súper guay, muy diferente de lo que es un videoclip convencional, lejos de los formatos tradicionales. También estamos cerrando quién será la voz definitiva». Mucho audio y también mucho visual, pero ¿es difícil encontrar la sintonía entre lo uno y lo otro? «Sale bastante natural. Llevamos muchos años trabajando juntos, hablamos el mismo lenguaje y el discurso es uno». ¿Cuál es el discurso de Yall? «Que todo lo que hacemos es música».
Yall tocan esta misma tarde, a las 18:30, en el The Sound Of Tomorrow Stage de Tomorrowland (puedes seguir el streaming, en el que por desgracia no están incluidos, aquí), y en Madrid estarán el 9 de septiembre dentro del Dcode.