Con los sold out de NOS Alive y Mad Cool, quizá te estés planteando ir al BBK. Claves, aquí

Lo primero, felicitar al festival, pues en esta edición del Iberian Music Awards (que premia a lo mejor de los eventos musicales de España y Portugal) el BBK Live ha sido elegido el Mejor Festival de Gran Formato, además de Mejor Camping, Infraestructuras y Promoción Turística.

El recinto del festival es una inmensa zona verde situada en el monte Kobetas, en la zona alta de Bilbao y con unas vistas espectaculares de la ciudad, y la organización está cuidada hasta el mínimo detalle, sin lugar a la masificación y con unas infraestructuras muy acertadas (que justifican el premio recibido). Os lo recomendamos por propia experiencia.

Estos días han anunciado nuevos nombres y distribución por días, además del precio de la entrada diaria: 45 Euros.

Respecto al cartel… ATENCIÓN al viernes: The Killers, Phoenix, Fleet Foxes, Royal Blood y Explosions in the Sky en la misma jornada. Impresionante.

Antes de analizar las bandas ya confirmadas del cartel, y aprovechando nuestra experiencia en varias ediciones, os ofrecemos una miniguía turística para aprovechar (si el cansancio y la resaca no lo impide) esos días de festival. Empezamos.

1. Bilbao Mola

Su gastronomía, su ambiente de lo más variopinto; una ciudad que se ha ido transformando, que ha sabido evolucionar desde lo puramente industrial hasta convertirse en una de esas ciudades del norte con innumerables atractivos turísticos: su Casco Viejo, sus pintxos, sus puentes sobre la ría, su ambiente nocturno, las giras de muchas bandas internacionales que recalan, el Museo Guggenheim (con esa impresionante escultura de la araña: Mamán), el BIME, el Teatro Arriaga… y por supuesto el BBK Live, reclamo no sólo de público nacional sino con asistencia masiva de público extranjero.

Lo primero que os recomendaría (aunque ya es tarde), si elegís la opción hotel (aunque el festi tenga zona de acampada), es reservarlo con mucha, muchísima antelación; conseguiréis precios más asequibles.

Bilbao no es una ciudad barata y los precios del alojamiento se disparan para esos días, además de que está casi todo agotado. Tenéis opciones de alojamiento más económicas en Barakaldo (a 15 min. del centro de Bilbao), donde además está el BEC (Bilbao Exhibition Center) en el que tiene lugar el BIME.

El BEC dispone de una amplia zona de parking y desde allí parten autobuses que te llevan al monte Kobetas, recinto del festival.

Por cierto, el bus es lo más recomendable para llegar al recinto. Os podéis aventurar e ir dando un paseo, pero allá vosotros.

Bilbao es conocida por sus pintxos, sus asadores, sus bares… su estupenda gastronomía. Miles de negocios hosteleros llenan el Casco Viejo. Personalmente me encanta la zona de Plaza Nueva; allí están el Gure Toki, Charly o Irrintxi (como la canción de los WAS). Y sin salir del Casco Viejo tenéis Marzana, Gatz, Muga… todos estos los recomiendo por propia experiencia. Pintxos y katxis (de cerveza o kalimotxo), combinación perfecta. Y en muchos de ellos buena música.

De las famosas Siete Calles de Bilbao, Barrenkalle se lleva la palma (bandas le han dedicado canciones a esta emblemática calle): bares, pubs, antros… ambiente de lo más variopinto si todavía os aguanta el cuerpo.

Pero también podéis visitar la Catedral o el Mercado de la Ribera, no todo va a ser jarana… y la sala Bilborock, una iglesia reconvertida en sala de conciertos.

Si queréis algo más chic, os podéis acercar al Edificio La Alhóndiga. Allí está La Terraza del Yandiola, con vistas espectaculares, copazos y ambiente selecto (además es restaurante).

Cómo veis hay innumerables opciones lúdico-gastronómicas.

En anteriores ediciones, en la Plaza del Teatro Arriaga, céntrica y muy cercana al Casco Viejo, tenían lugar, de forma gratuita, actuaciones de lo más interesantes. Allí vimos a El Columpio Asesino a la hora del aperitivo. Nos encantó la idea, y esta edición habrá que estar al tanto de lo que anuncia la organización.

Antes comentábamos que la mejor opción para llegar al recinto era el autobús, que además de salir del BEC, también tiene parada en los aledaños de San Mamés. La organización en su app o web os informan en todo momento de salidas y horarios.

En el monte Kobetas existe una cervecería amplia (incluso con zona infantil) con unas vistas espectaculares donde podéis “refrescaros” si elegís la opción paseo/subida al monte.

Como última recomendación: un chubasquero de lo más sencillo y calzado decente, que nunca se sabe. Recuerdo la edición con Kings of Leon, en la que una tormenta dejó aquello hecho un barrizal y a la gente calada hasta los huesos, situación no muy cómoda para disfrutar a tope del festi… pero bueno, hay que crecerse ante la adversidad; también fue para recordar el concierto que dieron Muse bajo la lluvia en 2015.

2. El cartel

Analicemos el cartel, que por cierto les ha quedado de lo más electrónico, obviando la carpa dance (Basoa, genial invento que empezó su andadura el pasado año).

Sin duda, el viernes, la selección de bandas es IMPRESIONANTE:

The Killers lideran el cartel ese día. Espectáculo y hits, además de un posible retorno discográfico. No defraudarán. Hay ganas.
Phoenix, pop elegante desde Francia, lleno de melodía, de guitarras, de electrónica. Personalmente es una de las bandas que más me atraen del line-up. Wolfgang Amadeus Phoenix me parece una obra magna del pop actual. GANAZAS.
Fleet Foxes. Los de Seattle harán alucinar con su retorno a los amantes del folk barroco. Helplessness Blues es una obra maestra, y el anticipo de su nuevo trabajo nos resulta emocionantísimo. Herederos de Crosby, Still & Nash, traerán momentos de relax, de hippismo y de épica comunitaria al monte Kobetas.
Royal Blood, otro acierto de la organización; el potente directo de este dúo de Brighton lo va reventar. Una banda que llevaba desaparecida unos años y que resurgió con su aparición en la BSO de Vinyl y que a finales de 2016 anunciaban su ansiado regreso con nuevo trabajo.

Explosions In The Sky. Los americanos nos traen su post rock instrumental levitante, emocionante… una experiencia única. Cercanos a Mono, a Mogwai o a Godspeed You… Black Emperor. Sin duda , una de las apuestas que sorprenderán a más de uno. Directazo, además, como demostraron en la pasada edición del Primavera Sound.
Allí estará también Joe Goddard, miembro capital de Hot Chip, que nos hará bailar, sin duda, con su enorme acerbo cultural de disco, pop, funk, house, footwork, electro, dance y uptempo. A la espera estamos de su Electric Lines, que se editará en abril.

El jueves:

Lideran las leyendas Depeche Mode, qué decir a estas alturas de ellos. Reyes y dinosaurios del pop rock electrónico, siguen sonando a gloria y representan una apuesta sobre seguro. Presentarán su nuevo (mediocre) y político Spirit.

Junto a ellos, los franceses Justice, otra institución del dance rock y del french touch electrónico. Su directo es de apoteosis, como recordará cualquiera que les viera en el escenario Ray-Ban en aquella madrugada histérica del Primavera Sound de 2012.
Spoon y Cage The Elephant, dos grupazos; así de claro. Bandas que dan y darán mucho que hablar, huyendo de estereotipos y complacencia.

El sábado:

Encabezan ese demente dúo sudafricano: Die Antwoord, con sus directos explosivos y únicos, en los que meten en una turmix hip hop, trap, electrónica, rock, pop, spoken, performance… Delirantes e incendiarios, como demostraron el pasado año en el Mad Cool.

Junto a ellos Two Door Cinema Club y su giro a sonidos más bailables, más electrónicos, con ese regusto ochentero de su último Game Show. Una banda que no me atraía mucho de toda esa avalancha indie de hace unos años, pero que en la edición pasada del NOS Alive me sorprendieron gratamente. Un buen directo, sin duda.
Completa Brian Wilson (líder de la mítica formación The Beach Boys), para mitómanos y devotos de esa obra maestra del pop que es Pet Sounds.

3. La pata negra

Y, por supuesto, la representación nacional, que es de lo más interesante. Además de gente como Xoel López o Coque Malla, infalibles, nuestras recomendaciones son de lo más variadas pero con un nexo común: fuerza y guitarras, muchas guitarras:

Biznaga son autores de uno de los mejores álbumes de 2017: Sentido Del Espectáculo. Una banda que describe de manera espectacular esa vorágine de culto a la imagen, a la mentira, a la desinformación y a la mediocridad, que te obliga a despertar de este matrix y apartarte de esa superficialidad y falsedad con la que nos ahogan los medios y redes sociales.
Los Punsetes, con su recién estrenado Viva!, ácidos, irónicos y sin pelos en la lengua.

Niña Coyote Eta Chico Tornado, el potente dúo donostiarra que tuvimos ocasión de ver en el Noroeste Estrella Galicia de A Coruña, es una bestialidad en directo, arrolladores, dos bestias que suenan como cinco. Apabullantes.
Kokoshca, una de las revelaciones de 2016. Los pamplonicas, con su sonido sucio y guitarrero, se distancian un poco de la ortodoxia pop del indie. Guitarras que rockean, garage, crudeza e incluso toques psicodélicos, todo regado de actitud punk. Me vienen a la cabeza The Jesus & Mary Chain, BRMC o Yo La Tengo.

4. Basoa!

Es evidente la cada vez mayor presencia de electrónica (vamos a llamarla, aunque todo esto sea mucho más complejo) alternativa en el circuito indie festivalero. No hay que olvidar que hubo un tiempo, antes del boom definitivo de los festivales de esta clase, en que el circuito lo dominaban grandes citas electrónicas, con lo que parece normal que todo se haya diversificado. Así, el BBK inauguraba el pasado año su escenario exclusivo de electrónica (sumándose a iniciativas de otros festivales como el Primavera Sound), que espera asentarse este año. Ayudarán a hacerlo:

Dixon. Poco podemos decirte nuevo si ya has visto a Dixon pinchar. Lo que hace este berlinés de pura cepa es de otro nivel, un espectáculo sensorial que absorbe las neuronas a base de ritmo. Nacido, crecido, criado y rendido en el techno más primitivo, Dixon rechaza la sequedad y la excesiva intelectualidad del minimal y apuesta por la esencia del baile, utilizando a placer y siempre a su favor referencias del mejor acid y una actitud deep house, que lo redondea todo dotando al conjunto de una musculosa y contundente melodiosidad.
The Black Madonna, que regresa este año al Sónar pero en horario estelar y que se ha convertido en la gran revelación del año desde su residencia en el Smart Bar de Chicago. Defiende el revisionismo inteligente, reivindica la esencia clubber y se nutre de toda la herencia del house de la ciudad donde reside, del acid y de todas las dimensiones del dance en su estado más desnudo.

Daphni, alter ego electrónico del Dan Snaith de Caribou, que plantea un ejercicio de dub orgánico y de house sintético e inofensivo pero con auras de psicodelia y querencia por el baile.
Andrew Weatherall, mito inspirador del dance punk. Descargará su colección de ritmos secos y marciales, su house trotante y sus latigazos de techno sutil, en una exhibición de electrónica (lo decimos por propia experiencia; en su sesión del Primavera Sound 2015 fue imposible dejar de bailar) que encierra la autenticidad de las pinchadas más clásicas.
Motor City Drum Ensemble. Traerá desde Stuttgart un peculiar techno jazzístico con trazas de acid y anclado en el momento en que el house original empezaba a dividirse. Hay disco, hay brillo y hay color en sus producciones, pero todas acaban en un remolino de ritmos profundos y de bajos contundentes que acaban oscureciéndolo todo y otorgándole un músculo inusual y sobrecogedor.