6 recomendaciones para el BIME Live! 2018

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Seleccionamos los seis imperdibles de esta nueva edición del festival bilbaíno, epítome nacional de los festivales de otoño


El BIME Live! va ya con el cuchillo entre los dientes a por su sexta edición, consolidadísimo como el broche de oro de la temporada festivalera nacional y como el festival más esperado de la temporada de frío, con permiso de un Primavera Club que apuesta más por el descubrimiento y la cantera. El BIME ya ha hecho evidente su línea editorial: sibaritismo electrónico y finísimo rock alternativo, siempre con el punto justo de oscuridad y aprovechándose excepcionalmente de las giras de nivel que pasan por España, esencialmente Madrid y Barcelona, durante esas fechas que siempre terminan resultando tan apretadas. ¿La opción que trata de combinarlas todas? En Bilbao. En el BEC!, el Centro de Exhibiciones de la capital vasca.

Este año el cartel cuenta con grandes noticias y, sobre todo, la definición de un sonido experimental y brumoso que promete convertir el Bilbao Exhibition Center los próximos 26 y 27 de octubre (24 y 25 también si quieres disfrutar de las convenciones y charlas del BIME Pro, un punto de encuentro para trabajadores de distintos ámbitos de la industria musical) en una caldera sometida a las diferentes presiones que manejan Aphex Twin, Jon Hopkins, Damien Jurado, José González, Unknown Mortal Orchestra o John Maus… un cóctel explosivo y humeante que huele de maravilla, a canela en rama musical.

Este es el cartel, a grandes rasgos espectacular, pero nos queremos quedar con seis artistas que este año, en su conjunto, lo hacen especialmente interesante.

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Allá vamos:

Aphex Twin

Aunque Richard David James no ha parado nunca nunca de producir música nueva, profundizando siempre en su propia experimentación y buscando abrir nuevos campos a su electrónica, ha sido a partir de la publicación de Syro, en 2014, cuando Aphex Twin ha recobrado el papel protagonista en el circuito y ha restablecido su larga relación con el sello Warp Records para seguir publicando EP en los que continuar demostrando por qué la electrónica del s. XXI se hace más o menos según las pautas que él mismo ha ido definiendo sobre tres corrientes fundamentales desde principios de los 90: el techno, el acid house y el ambient. El último, Collapse, acaba de ver la luz (el 14 de septiembre), y si atendemos a su sencillo de presentación, ‘T69 Collapse’, la línea a seguir es la deconstrucción sonora a la que ya asistimos en el Primavera Sound de 2017. Si tu cerebro está preparado, Aphex Twin puede darte la noche de tu vida. Para bien o para mal.

Jon Hopkins

Aunque el choque, la colisión sí están presentes en la música de Jon Hopkins, su forma de ver el ambient es más plenairísitica y reposada, más contemplativa. Es lo que ha venido a hacer el compositor y productor británico con su nuevo (y excelente) trabajo, un Singularity que saca a pasear hacia la naturaleza y su extensión las reflexiones introspectivas que daban sentido a Inmunity. El viaje de aquel era hacia dentro; el de 2018 es hacia fuera, a resaltar cada cosa bella, a combinar sus trazos clásicos y sus viejas manías de IDM con una mayor presencia del piano (que al final es su instrumento natural de composición) y una espiral de trance que lo envuelve todo y que permite al disco volar y elevarse liviano para ver desde las alturas, de forma spinoziana, sub specie aeternitatis. Casi impresionista, Singularity se ha pintado como en la Francia de finales del XIX, con la espontaneidad del caballete a pleno sol y con la paciencia del que quiere detenerse en cada detalle.

Sun Kill Moon

La última vez que Mark Kozelek se ha dejado caer por España terminó en una cancelación sobre la bocina para un perplejo Teatro Lara. Sin explicaciones y, aparentemente, sin motivos más que la existencia de un limitador que habría afectado a un pedal de voz en un par de momentos puntuales del concierto. Una locura que ya es todo un clásico de Kozelek y que convierte sus conciertos en una caja de bombones como la de Forrest Gump: nunca sabes cuál te va a tocar. Lo mismo con las canciones, porque se puede arrancar por contarte sus penas improvisadas, por pasarse su propia poesía por la entrepierna o soltarse un beef con The War On Drugs… o insultar al público, directamente. Quizá esa acritud le va pasando factura con los años, igual que se la pasa a sus discos, que no terminan de encontrar cuajo desde que publicara en 2014 con su banda habitual, Sun Kil Moon, el excepcional Benji, un disco magnífico e intemporal… Productivo hasta el aburrimiento, Kozelek ha publicado este mismo año el homónimo Mark Kozelek, ha anunciado un nuevo disco de Sun Kil Moon que presumimos se asomará en el BIME y ha presentado la reedición del clásico Ghosts Of the Great Highway, todo tras lanzar en 2017 otro disco de Sun Kil Moon, un disco colaborativo junto a Ben Boye y Jim White y otro junto a Sean Yeaton de Parquet Courts.

Stephen Malkmus & The Jicks

Todo apuntaba (bueno, o eso nos parecía a nosotros, que nunca nos cansaremos de especular con el tema) a una reunión de Pavement en 2019. Y de repente Stephen Malkmus nos da en la cara con un discazo al frente de The Jicks que bien merece una gira descomunal y que dejemos abierta la puerta: ¿son The Jicks el verdadero pasado, presente y futuro de Malkmus? ¿Se reconciliará con su repertorio con Pavement como se ha podido intuir en sus últimas giras? Ole él, en cualquier caso, por renunciar a lo fácil que era ir de cabeza de cartel a los Coachella y Primavera Sound de turno al frente del muerto viviente de Pavement. Stephen Malkmus y los Jicks están muy vivos, siguen manteniendo un nivel notable en el que no hay disco malo y ya van bastantes más discos que los que hicieron Pavement, una de esas luminarias que llegan, ven y vencen a todos los demás, y llegan a definir con mayúsculas los noventa y el inicio de eso que se llamó y ha terminado mal-llamándose indie rock, como Julio César. Stephen Malkmus se merece ahora cruzar el Rubicón con sus Jicks y, quién sabe, dejar atrás el fantasma de Pavement por muchos años más. La nueva batalla se libra en presente, con arreglos modernizados y letras adaptadas a la actualidad. Las viejas batallas se librarán en el futuro o no se librarán más.

Slowdive

Poco que decir que no se haya dicho ya de la mítica formación británica que apadrinó el showgaze junto a otros titanes como My Bloody Valentine, Ride, The Jesus & Mary Chain o, en primera instancia, Cocteau Twins. En su momento y prácticamente solo durante 6 años (de 1989 a 1995), definieron el género con enormes discos como el imprescindible Souvlaki o Pygmalion, y tras casi veinte años de silencio, en 2014 retomaron la actividad con un concierto especial de reunión en el Primavera Sound que terminó derivando en toda una gira europea y en una ulterior vuelta a la actividad y a pleno rendimiento, culminada con el lanzamiento el año pasado del que fue sin duda uno de los mejores discos del curso y otra muesca de éxito atronador en la marca de los británicos: el homónimo Slowdive. Atronadores, pesados, potentes y a la par oníricos, sedosos y sensibles, la oscuridad de la abrasiva caricia de Slowdive ensordecerá en paz las cuatro paredes del BEC!.

Kurt Vile & The Violators

Canela en rama del alt rock de la actualidad y de la nueva reformulación de la americana, Kurt Vile siempre ha demostrado estar en un nivel diferente de solidez y regularidad. En busca de un sonido propio y empeñado en mantenerse auténtico coqueteando siempre con la baja fidelidad, tuvo el valor y el acierto de abandonar a Adam Granduciel y sus War On Drugs, que ya levantaban el vuelo de una americana de alta resolución, híper producida y perfeccionista, y arrancarse con discos grandes y personales como los últimos Wakin On A Pretty Daze y B’lieve I’m Goin Down…, en los que las guitarras rugen y acarician sucias y serenas. Después llegaron las grandes canciones surgidas de la correspondencia con la ídolo del indie rock australiano Courtney Barnett, la prueba de que en el jangle amable y soleado también está la naturaleza de dos velocidades de Vile, y ahora nos mordemos las uñas pensando en Bottle It In, su ya anunciado nuevo trabajo, que verá la luz el próximo 12 de octubre. Gran parte de la culpa la tiene el sencillo ‘Loading Zones’, en el que vemos al mejor Vile en estado puro, contemplativo e intenso, reverberado, poderosamente pop y deslavazadamente auténtico. Grabado en la carretera y por estudios de todo EEUU, es precisamente en la carretera donde estás canciones deberían cobrar mayor sentido, en petit comité y en salas cerradas. El Teatro Barceló, la Sala Apolo y el auditorio del BIME parecen lugares ideales.


El BIME Live! se celebra en Bilbao los próximos 26 y 27 de octubre. Puedes conseguir tus abonos a un precio de 75€ + gastos y más información a través del enlace.

Las acreditaciones para el BIME Pro, del 24 al 26 de octubre, están disponible a través del enlace a un precio de 65€ + gastos. El abono combinado, que permite acceso al BIME Pro y al Live!, está disponible por 110€ + gastos a través del enlace.

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