Los conciertos más destacados del ciclo primaveral madrileño
El Sound Isidro está totalmente consolidado como acompañamiento perfecto a la ya nutrida programación musical de las fiestas de San Isidro en la ciudad de Madrid. Un ciclo que quizá el año pasado dio un salto de calidad con la confirmación de la cotizada psicodelia australiana de King Gizzard & The Lizard Wizard y que este año ya ha echado a volar con una jornada tan impresionante como la que brindaron Slowdive, presentando su contundente regreso a los estudios y a los escenarios.
Pero aún faltan muchos grandes por conciertos por celebrarse, y desde Bandalismo queremos seleccionar nuestros cinco favoritos. Allá vamos:
Bandada (Rufus T. Firefly + Havalina)
12 de mayo – Joy Eslava
No sabemos qué podemos esperar de Bandada, pero pocas dudas cuando los implicados son Rufus T. Firefly y la banda liderada por el hombre que les ha producido el aclamado Magnolia, Manuel Cabezalí.
Black Lips
12 de mayo – Mon Club
Junto a The Parrots, en lo que promete ser una noche de garage de altos vuelos, regresan a la capital Black Lips. Con la dirección a punto de perderse, Cole Alexander y Jared Swilley le dieron el año pasado a la formación de Atlanta una nueva vida a modo de quinteto con la inclusión de Oakley Munson a la batería, Zumi Rosow al saxofón y el regreso del guitarrista Jack Heynes. Y con Sean Lennon, el hijo de John Lennon, a la producción, publicaron su octavo disco de estudio en una carrera marcada por la histeria y la prolificidad: Satan’s Graffiti or God’s Art? Un trabajo imbuido del espíritu del blues rock con 18 temas que bucean en las raíces de la banda y las reflotan en clave clásica, que cuenta con Yoko Ono haciendo las voces de acompañamiento y que quizá se pierde demasiado en su iconoclastia garagera. Pero una excusa perfecta para volver a citarse sobre las tablas con una de las bandas más furiosas en directo del circuito indie, famosa por las invasiones de escenario, los pogos salvajes y el desmadre del rock and roll.
[Lo sabemos, ambos conciertos, dos de los mejores del ciclo, coinciden en día, así que como compensación os recomendamos también el proyecto que han creado el ex Kortatu Fermín Muguruza junto al grupo de electrónica de apocalipsis The Suicide of Western Culture. Un alegato político vibrante y apasionado que bucea en las miserias cosmopolíticas de 10 núcleos urbanos que empiezan por la letra B, Barcelona, Bilbao, Botswana o Berlín entre ellos. Estarán en la Joy Eslava el 17 de mayo]
The Men
29 de mayo – Sala El Sol
Los neoyorquinos The Men han sabido ir equilibrando las dosis de energía hardcore punk de sus primeros trabajos y los cánones de rock más clásico a los que se abandonaron en su evolución (abanderada por el notable Tomorrow’s Hits), uniéndolos y tratando de hacerlos conciliar. De ahí surge Drift, su último trabajo, un trabajo de rock purista con influencias de The War on Drugs que se pasea por el country tanto como por el posthardcore y que puede subirse a ritmos kraut tanto como permanecer más contemplativo.
Superorganism
30 de mayo – Teatro Barceló
El colectivo de brillante pop electrónico británico (bueno, ciudadanos de un lugar llamado mundo, mejor, o de un lugar llamado internet) regresa a la capital y a la misma sala donde debutó el pasado octubre dentro del Primavera Club. Y lo hace antes de marchar a Barcelona para tocar en el hermano mayor, en otro paso de un ascenso que les está confirmando como una de las noticias más sorprendentes y estimulantes del género, amparados por un peculiar directo en el que es importante la intensidad instrumental tanto como los juegos de luces y los bizarrísimos visuales con la deconstrucción de los iconos virtuales de los 90 y otras frikadas cibernéticas y por un sonido colorista y pegadizo que une a Beck con Gorillaz y con Crystal Fighters, The Gift o We’re From Barcelona. Una explosión de glitter pop.
Tocarán acompañados de Rrucculla.
Waxahatchee
5 de junio – Sala El Sol
Poco que decir sobre la visita de la de Alabama, responsable de uno de los mejores discos de 2017. En el año de la decadencia del indie rock, con docenas de bandas que han dejado de sorprendernos o de estimularnos pese a en muchos casos notables trabajos, Katie Cruthfield pica un poco de todo para amplificar su propuesta. Pero no a base de restarle intimidad, reflexividad o introspección, pues ahora ha de exorcizar los demonios de mala leche de la ruptura con su pareja, sino de atormentarla de guitarras sucias sacadas de los noventa. “Vais a escuchar mis quejas”, proclama en la apertura. Y va a gritarlas alto, con su melodiosidad vocal de folk pop conducida al aullido por la explosión. Estimulante, abrasivo y potente pero también delicado y melancólico, Out In The Storm es sobre todo honesto y coreable, en una especie de cruce entre The Breeders y Kurt Ville que no pierde nunca de vista a los mejores Cranberries.
Más información sobre el ciclo y venta de entradas, a través de su página web oficial.