Como alguna bola hay que darle al invento este de Halloween, pero sin pasarse, aprovechamos el inevitable vídeoclip, que en realidad es más rollo Día de los Muertos que Halloween – y matamos dos pájaros de un tiro porque os hablamos un poco del nuevo disco de The Heavy, al que apenas hemos hecho mención.
The Heavy son ese raro grupo que haciendo gala de un considerable talento no acaban de despegar. No lo consiguió su anterior álbum, y no parece que la crítica esté dando tampoco toda la atención que merece a The Glorious Dead. Ya venían apuntando al tema de los muertos con tal título, y claro, no podían dejar pasar Halloween sin lanzar un vídeo a propósito. Que tengan suerte en su intento de llamar la atención. ‘Can’t Play Dead’ es un single que no está mal, pero sin duda más flojillo que el anterior ‘What Makes A Good Man?’, una joya de soul rabioso y lleno de testosterona, que sin embargo ha pasado sin pena ni gloria.
Esta es, pues la maldición que parece perseguir a The Heavy. Demasiado buenos para ser un mero grupo revival, pero quizá faltos de ese elemento extra de audacia, inspiración o incluso suerte, necesario para que los medios alaben a una banda como revitalizadora de un género.
Si la crítica se molestase en escuchar entero The Glorious Dead vería que los ingleses han ampliado horizontes y redondeado mucho su propuesta. Sigue habiendo alguna aspereza excesiva (‘The Big Bad Wolf’) que van con su naturaleza de heavy blues y soul, pero han aprendido que el soul también puede seducir siendo suave y muy cool, al estilo Bobby Womack y su ‘Across 110th Street’.
Me consta que en directo son un espectáculo, acaudillados por Kelvin Swaby, un frontman que es una fiera y lo da todo en cada nota, pero quizá sigan condenados a dar un par de singles aptos para música de anuncio y nada más. Rezaremos por ellos, y nos quedamos con ‘Curse Me Good’, un temita cálido en directo:
(Nota bandálica: 6,75)
