Entre los regresos más esperados del 2013, junto con Phoenix, My Bloody Valentine, Arcade Fire, Suede, Depeche Mode, Franz Ferdinand, The National, ¿Arctic Monkeys? y un largo etcétera, se colaron, justamente, Crystal Fighters, gracias a su excepcional debut Star Of Love y su poderoso directo, al que he podido asistir en dos ocasiones. Tres años han pasado desde que nos atronaron con ‘Solar System’ o nos maravillaron con las inmensas ‘Plage’ y ‘At Home’. En definitiva, un nivel muy alto, que situaba a los ingleses en una complicada tesitura ante su siguiente disco.
Cave Rave podría ser, desde ya, el disco del verano (curioso eso de elegir el disco del verano antes incluso de que éste empiece). Si hay algo en lo que todos cuantos escuchen este disco coincidirán es que emana ambiente de playa, fiesta y comuna hippie por todos sus poros. Es más, cualquiera de sus 10 canciones podrían haber sido escogidas por marcas de cerveza para acompañar sus anuncios de verano (parece que Mika o Love of Lesbian lo hacen mejor). Haced la prueba, escuchad ‘LA Calling’, ‘You & I’ o ‘No Man’ y tomaos una cerveza, sabrá mucho mejor.
Seguimos; ‘Separator’ es, sin duda, uno de las canciones que más recuerdan a su debut y de las pocas en las que se puede oír la guitarra del pobre Graham Dickson, desaparecida en combate durante el resto del álbum. Al escucharla y compararla con el resto de canciones se hace palpable la evolución de la banda. Las guitarras distorsionadas de Dickson o la txalaparta han perdido mucho protagonismo, por no decir todo; la locura colectiva de ‘Solar System’ o ‘I Love London’ sólo reaparecen en la ya nombrada ‘Separator’ o ‘Are We One’, que merece comentario a parte.
Por fin llegamos a mi canción favorita de Cave Rave: ‘Bridge of Bones’. Desde la primera escucha caí enamorado de esta balada; uno de los temas más inspirados del disco. En su estrofa, la voz de Sebastian acaricia un delicioso tono muy cercano al soul para continuar un estribillo repetido hasta la saciedad que, no me preguntéis por qué, me recuerda a Oasis.
El problema de Cave Rave viene después. El listón está muy alto, de la nada se han sacado un “temazo” y además han cambiado radicalmente el estilo. Sin embargo, ‘Love Natural’, su siguiente canción, vuelve al ambiente fiestero de las primeras canciones. Estribillo más que pegadizo pero demasiada previsibilidad.
A ella le sigue ‘Are We One’, la canción que más me desconcierta del disco. Por un lado, suena bastante a su debut, los sintetizadores y la locura colectiva vuelven a ganar protagonismo; por otro, el estribillo juega peligrosamente sobre la delgada línea que separa la canción del verano de megatrix y el resto de la música; me jugaría bastante a que si esta canción hubiese sido escrita en español ahora sería la mofa de todos los modernos.
Por suerte, Cave Rave aún guarda otra bala en la recámara, llamada ‘These nights’. Para mí, junto con ‘Bridge of Bones’, uno de los temas que más disfruto escuchando del disco. Buena combinación entre partes relajadas y con su clásico ritmo acelerado. ‘Everywhere’, canción que cierra el disco sigue esa línea con otro estribillo notable que pone broche final al segundo disco de los ingleses.
Comentando globalmente Cave Rave hay varias cosas que llaman mi atención. La primera es lo rápido que pasa el disco; las diez canciones vuelan implacablemente y sin darte cuenta ya ha terminado. En segundo lugar, el estilo; el camino seguido por Crystal Fighters en este segundo disco sigue la estela de ‘Champion Sound’ o ‘Follow’, canciones de buen rollo para disfrutar del verano con estribillos fáciles que animan a irse a la playa, pero con un lado mucho más intimista y tranquilo.
La voz de Sebastian ha ganado mucha confianza y eso les permite quitar protagonismo a los sintetizadores y demás efectos aunque eso resta originalidad al producto final. Es más, Cave Rave, en general, me recuerda al estilo de ‘One day’, de Asaf Avidan & The Mojos.
En definitiva, poco queda de la mezcolanza de su debut; no obstante, este Cave Rave llega directo al corazón en estos inicios de verano. El problema es si se congelará el próximo invierno, y los ingleses caerán en un injusto olvido. Espero que no.
Nota bandálica: 7
