Local Natives son californianos y fans de los Beach Boys, y eso se deja notar en su música desde su debut, el prometedor Gorilla Manor. Pero al igual que Brian Wilson en su mejor época, el cuerpo les pedía evolucionar hacia el culto a la melodía, aun a costa de los soleados ritmos que abundaban en su primer trabajo.
Curiosamente, en los últimos años las coordenadas de los mejores artesanos de ese tipo de sonido se ubican más bien en la costa este de los Estados Unidos. No es de extrañar, pues, que hayan optado por grabar en Nueva York, junto a Aaron Dessner de The National. También podrían haber buscado la guía espiritual de Grizzly Bear o The Walkmen.
Queda claro desde el primer acorde que Hummingbird está más cerca de estos últimos, que del cinismo bienhumorado de Ariel Pink y Wavves, o el lo-fi retro e insulso de Best Coast, por citar varios referentes actuales del indie pop californiano. También me resulta evidente que los dos primeros temas del disco son canciones más redondas que cualquiera de las que hayan escrito hasta el momento ninguna de esas tres bandas.
La mezcla de intensidad y delicadeza que tienen tanto ‘You And I’ como ‘Heavy Feet’ descolocan tanto como un derechazo inesperado. Es forzoso reconocer que Hummingbird luego pierde fuerza, con la excepción del single ‘Breakers’, buena síntesis de su anterior sonido y el nuevo, y ‘Colombia’, otro tema absolutamente sublime que para mí habría sido un perfecto cierre para el disco.
Si Local Natives hubieran mantenido el nivel aplastante de los cuatro temas citados a lo largo de doce, estaríamos hablando de uno de esos discos que cambian radicalmente el panorama – como el debut de Vampire Weekend o el Lonerism de Tame Impala.
Puntos algo más flojos como ‘Three Months’, lógicos interludios como esos temas de descanso en los buenos conciertos, hacen de Hummingbird un disco «solamente» notable (bastante notable, de hecho). Curiosamente, lo mismo pasaba con el segundo disco de Vampire Weekend, grupo con el que la crítica ha establecido muchos paralelismos.
Es cierto que el sonido ya madurado en este segundo álbum de Local Natives tiene algo de VW, de Fleet Foxes, y de los citados Grizzly Bear, pero tiene también algo propio que brilla con fuerza – lo que nos permiten dar la bienvenida a los de Silver Lake a una liga en la que antes no figuraban.
Nota bandálica: 7,25
