[Crónica] Daughter (Joy Eslava, 29 de noviembre)

Qué suerte tuvimos de disfrutar tan de cerca el concierto de Daughter del pasado viernes en la sala Joy Eslava. Y eso, que la sala estaba llena y la pista a rebosar. Con alguna disculpa sonriente y unos discretos codazos, pudimos hacernos un hueco en la parte delantera de la pista. Fuimos precavidos y mantuvimos las distancias con el fanático de la pancarta de la primera fila, al que Igor Haefeli (guitarra) miraba con cierta desconfianza durante el concierto (te entendemos, Igor).

Para discretos, eso sí, los teloneros, Broken Twin, discretísimos en todos los sentidos. El público de la Joy, educado y silencioso, no se movió durante su actuación, pero ni un pelo. Alguna cabezada a lo sumo. No fue, desde mi personal punto de vista, el mejor aperitivo, pero daba igual teniendo en cuenta la calidad del plato principal.

Desde que los 3 miembros (a veces 4) de Daughter pisaron el escenario, se vieron arropados por un público incondicional que les hubiera aplaudido una versión country de Paquito el Chocolatero. Abrumada por tal devoción, Elena Tonra (voz y guitarra) dio muestras de esa encantadora timidez que la hace adorable y odiosa al mismo tiempo (desde la más sana de las envidias, supongo).

Fueron desgranando su primer álbum If You Leave con una espontaneidad que resultaba refrescante, pero que a la vez dio lugar a cierta descoordinación entre voces y guitarras, sobre todo en los primeros temas. Como era de esperar, la sincronización fue mejorando a medida que avanzaba el concierto hasta alcanzar un sonido sólido y contundente. Si tuviera que quedarme con un tema, me quedaría con ‘Human‘, por la genial interpretación de Elena y la piel de gallina que me dejó.

Daughter concierto elena tonra

Por supuesto, volvieron a brillar los temas de los EPs que ya les encumbraron en el pasado Primavera Sound, como ‘Candles‘, que fue coreadísima o ‘Home‘, que acabaron con una deliciosa sesión de ruido.

Fue muy tierna la forma en la que los coros del público arruinaron ‘Youth‘ y muy compresibles las miradas de asombro de Elena, sobrepasada por tanta efusividad.

Para el bis dejaron la versión de ‘Get Lucky‘ de Daft Punk, que resulta muy cómoda para bailar sin moverse del sitio. Pensaba yo que habrían oído mis plegarías y se iban a arrancar con la genial ‘Run‘, pero no, regalaron las púas al público y se fueron corriendo.

Un fuerte aplauso para el magnífico público que caldeó la Joy Eslava y un fuerte aplauso también, pero en la cara, para la joven que teníamos detrás, que fue cantando y desafinando en todas las canciones.

Por último, un tirón de orejas para la organización de la Joy Eslava, que dejó que se formase una larga cola en el ropero y provocó la ira de alguno de los asistentes que, después de intentar saltarse la fila, tuvo que salir a fumar con el sólo abrigo de su cabreo. Imperdonable.

PD: La espléndida foto de Elena Tonra es de Daniel Boluda para Indiespot. Más fotos, muy buenas todas, en su crónica.

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