La plataforma de música online Deezer quería desembarcar a bombo y platillo en nuestro país, y para ello nada mejor que un fiestote con ágape y música en directo, y ya si esto lo retransmitimos por streaming a todo el mundo, miel sobre hojuelas. Se extiende el virus de la Gala del Primavera Sound, para alegría de la chequera de Johann Wald, que debe de ser la única persona viva en Madrid y Barcelona capaz de presentar este tipo de saraos.
Un pequeño contratiempo: la presentación de Deezer no pudo contar con el honor de ser el primer evento celebrado en Las Ventas con la plaza cubierta. Casi mejor, porque si La Riviera acabó quedando amplia, el coso de Las Ventas se habría quedado enorme. Y vamos a lo que fue el evento.
Desde las ocho de la tarde empezó a congregarse un indescriptible revoltijo de tías demasiado arregladas, tíos sin arreglar, barbacas de diverso pelaje (nunca mejor dicho) y bloggers de trece años. Todos ellos unidos por (aparte de la invitación de Deezer) su desmesurada afición a consultar el móvil.
Pasó hora y media larga de cerveceo y canapés, sin otra posible distracción que hacer la cuenta mental de cuánta gente era la misma de todas las fiestas, y cuánta era nueva. Un porcentaje de 80-20, diría yo, que no es mala marca…
Hasta que al fin que apareció por allí un tipo con carisma, como es Bigott. Carisma hay que tener para presentarse el primero, a bocajarro, sólo con tu voz y una guitarra ante el panorama descrito y ganarte progresivamente la atención del respetable (aunqnue creo que las más jovencitas no comprendían bien qué hacía ese señor por allí). Eso durante los 3 primeros temas, porque luego Bigott tiró de bailes y ritmos enlatados para interpretar un ‘Cannibal Diner’ quizá más acorde con el espíritu festivo, y que arrancó los primeros aplausos con cierto entusiasmo de la noche. Pues todo un temazo de Mr. Bigott.
Ahí se acabaron las propuestas musicales que a priori me interesaban, lo confieso. Siguió la cubana Chila Lynn (prodigiosa voz, tiró del ‘Titanium’ de Guetta para tratar de implicar al respetable).
Atronó luego la sueca Loreen, tanto que así no había forma de probar el funcionamiento de Deezer, que a eso me estaba dedicando yo por entonces. Creo que su responsabilidad fue llenar el ambiente de electro pachanga para la llegada de Brian Cross (que junto con Loreen es alguien que suena mucho en Máxima FM, aunque yo no sabía nada de eso) y para Fangoria, que de ese plan va su nuevo single ‘Dramas y comedias’. En español y con más pose artista, pero por ahí.
En fin, nos recogimos pronto y a casita a probar con comodidad esto de Deezer. Por lo pronto, veo que no te asaltan los insoportables anuncios-cuña tipo Spotify, y eso puede ser un buen factor a la hora de penetrar en el mercado de las plataformas digitales, que en el último año ha subido como la espuma. Buena suerte, pues, a Deezer, y bienvenidos.