Curiosamente, tras unos años de eclosión de lo independiente en su sentido más amplio, en los que se llegó a acuñar la frase de que el indie es el nuevo mainstream, ahora una voz tan autorizada como la de Kevin Shields ha denunciado que, en realidad, estamos peor que al principio.
Hace unos días, el líder de My Bloody Valentine dijo esto en una entrevista:
No existimos para el Premio Mercury porque no estamos en Amazon o iTunes. Ese es uno de los criterios para poder participar. Tienes que tener un acuerdo de distribución, o figurar en iTunes o Amazon… Mercury es una compañía telefónica o algo de eso, ¿no? ¿Qué tienen que ver ellos con la música?
Sus declaraciones bien podrían ser tomadas como una rabieta por no estar entre los nominados al Premio Mercury, que distingue al mejor álbum de la música británica del año. O podrían tomarse como algo serio.
Porque si miramos los criterios oficiales del Mercury, dicen exactamente eso. Que es necesario un acuerdo de distribución física o digital. My Bloody Valentine sólo han publicado su nuevo álbum mbv a través de su propia web. Es un disco auto producido y distribuido de forma independiente. No existe nada más indie que eso.
Y sí, es cierto; mbv está automáticamente descalificado de cara a los Premios Mercury, de los cuales los medios y blogs autodenominados indie se pasan semanas hablando.
En palabras de Kevin Shields:
Es interesante ver que ser indie de verdad es virtualmente ilegal. La presencia de las corporaciones llega a tanto, que si no estás con ellas, no existes. Así que, técnicamente, nuestro álbum no existe.
Quizá no. Pero mbv merece una buena cantidad de alabanzas, no sólo por su música, sino también por su sistema distribución freemium. Un lanzamiento gratuito en poca calidad de audio a través de YouTube, y una venta online del disco en mayor calidad.
Algunos quieren (y podrían) hacer la distribución independiente, de una vez por todas, una realidad. Pero las corporaciones, como bien ha denunciado Kevin Shields, no les dejan. Yo tengo muy claro en que lado de las trincheras quiero estar.
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