El Ayuntamiento de Madrid organizará una especie de oposiciones para otorgar los permisos necesarios para tocar en las calles del distrito Centro. Según el propio ayuntamiento, se trata de una «prueba de idoneidad».
Se espera que a lo largo de esta misma semana el consistorio publique las solicitudes que los aspirantes deberán cumplimentar para iniciar los trámites. Una vez aceptada esta solicitud, los candidatos deberán realizar una audición, ante «un jurado formado por el Director General de Museos y Música del Ayuntamiento y técnicos de este departamento». La prueba de idoneidad incluirá, además de la audición, la presentación de un currículum. Una Operación Triunfo en toda regla, pero organizada por la inventora del «relaxing café con leche».
Fuentes del ayuntamiento han indicado que se las primeras audiciones tendrán lugar a finales de noviembre, dado que las bases deben estar publicadas por un periodo de un mes, y luego también hay que dejar tiempo para la evaluación de las solicitudes.
El concejal presidente del distrito Centro, David Erguido, ya declaró hace unos meses, cuando se presentó la medida, que el objetivo no era «acabar con nadie, ni se trata de prohibir nada», sino que que lo que pretende el ayuntamiento es dar «la mejor imagen posible», y que también se ha tenido en cuenta «el descanso de los vecinos». Es decir, que los permisos van a ir acompañados de un horario en el que se podrá ejercer la actividad. Fantástico.
No se sabe cuántos músicos van a presentar estas solicitudes, ni cuantas plazas (y esquinas) se van a adjudicar finalmente, aunque parece ser que el proceso estará finalizado a tiempo para las compras navideñas. Parece todo de broma, pero no lo es.
La Asociación de Músicos de Madrid ya protestó al final del verano contra esta medida a la que tildaban de casting de músicos, y que para algunos viene a poner un clavo más en el ataúd del ambiente nocturno y musical de la ciudad. Que es un hecho que ha ido a menos, tal y como documenta este extenso artículo publicado el sábado en El País.
