Crónica: Dinero en El Sol (27 de marzo)

Al entrar en la sala no podía imaginar yo lo que me esperaba esa noche. La gente esperaba impaciente al inicio del concierto, entre charlas y cervecitas.

Se apagaron las luces y la gente empezó a corear «Dinero, Dinero» y en el escenario aparecieron Sean Sherlom, Ekain Elorza y Rubén «Rubi» Giménez, los componentes de la banda.

La canción elegida para abrir el concierto fue ‘Purasangre’, con el público todavía un poco espeso. Pero a medida que las canciones del nuevo disco avanzaban el público se iba animando, ya fuese por las palabras de agradecimiento por parte del cantante, o por el fallo de sonido que hubo durante ‘Sobran las palabras’, que hizo que los espectadores acabasen cantando a grito pelado la canción.

El público se animó después a tal extremo, que llegaron a emocionar al propio grupo. La canción que hizo posible todo esto fue ‘Autoafirmación’, una de las pocas canciones lentas del nuevo disco. Todos los allí presentes corearon la letra de la canción, algo que, según confesaron los miembros del grupo, no habrían cambiado por ser número uno en iTunes.

dinero concierto el sol 2014

Llegada casi la mitad del concierto y habiendo tocado gran parte de su último trabajo, DNR, tocaba recordar viejas canciones. Esto motivó aun más al público, provocando algún que otro pogo (sí, me lleve más de un empujón, porque los que estaban a mi lado comenzaron el pogo). Canciones como ‘Lo mismo’, ‘Cómo cuándo y quién’ o ‘Trastorno bipolar’ enloquecieron al público, haciendo que vibrase el suelo de la sala.

Llego entonces el turno de su último single, ‘Duelo de Titanes’, que provocó el griterío del público ante la frase «o tú o yo o los dos». Tras dicha canción el grupo se retiró del escenario, dejando al público con ganas de más y gritando su nombre. Volvieron a aparecer para llevar a cabo un bis compuesto tanto por canciones del nuevo disco (‘Tiene que pasar’ y ‘Parásito’), como por una de las canciones más míticas del grupo, ‘En invierno’. Su estribillo concordaba con lo que estaba sucediendo en la sala: «nunca pares de bailar».

El cierre lo puso un bis improvisado de la canción ‘Saboreal’, cuyos primeros acordes tuvieron lugar en la zona técnica de la sala. En definitiva, un concierto lleno de Sangre, Sudor y Lágrimas, tal y como nos había prometido la banda.

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