Dum Dum Girls es actualmente una de las pocas bandas que ha resistido noblemente a esa oleada cíclica de bandas femeninas, que surgieron hace unos años, obsesionadas con el garage pop destartalado y las armonías de los girl groups de Phil Spector de los años 60.
Quizás sea precisamente por no ser como el resto: ahora han querido bajar la velocidad y avanzar de otra manera. Su tercer álbum, Too True (Sub Pop), es un trabajo que puede marcar una nueva trayectoria sonora respecto a lo creado anteriormente.
Por la parte del sonido, Dum Dum Girls han potenciado la base rítmica, los arreglos, voces y teclados y se han deshecho puntualmente de su estático muro de guitarras. Quizá sea el disco más sesudo de su efímera trayectoria, en el que ratifican una palpable evolución hacia un sonido más depurado y limpio.
Su cantante y líder indiscutible Dee Dee consigue sentar las bases de su poderosa voz, áspera y preciosa, agresiva pero delicada. Ha hallado el sonido más ajustado a la imagen pública que desde sus inicios siempre quiso proyectar: la de femme fatale inspirada en la estética de su gran diva Siouxsie Sioux, desde su pelo negro hasta su maquillaje color pálido estilo kabuki.
La responsabilidad en producción ha corrido a cargo de Sune Rose Wagner, líder de The Raveonettes, y Richard Gottehrer, conocido por haber trabajado con artistas como Blondie y The Go Go’s. Ambos han conseguido crear un sonido compacto y congruente en el armado global del álbum, que nos traslada al post-punk de principios de los 80.
Las californianas siguen conservando parte de su sonido inicial, que no se desvía de las fronteras del lo-fi y shoegaze, pero con unas texturas más vivas y menos difusas. Han bajado el nivel de ruido y han abandonado la frontalidad de la rabia punk para intentar dar con la melodía perfecta.
En este disco nos encontramos desde canciones más atmosféricas y sosegadas, como ‘Are You Okay?’ o ‘Trouble Is My Name’; hasta un noisepop, que aunque no brille por su excesivo dinamismo, desenfreno ni locura, son canciones con las que el goce auditivo está asegurado, como ‘Little Minx’, ‘Lost Boys And Girls Club’ o ‘In the Wake of You’.
Destaca ‘Rimbaud Eyes’, un homenaje al poeta francés que líricamente evoca a los versos de Robert Smith y que con el uso intermitente de pedales recuerda a The Jesus & Mary Chain.
En definitiva, que Dum Dum Girls, a pesar de sus obvias limitaciones técnicas, decidan transitoriamente inmiscuirse en pasajes instrumentales extensos y no apurarse a meter acordes y estribillos en menos de dos minutos, parece mostrar cierta confianza, que puede ser explotada para bien en el futuro. Un cambio que empezó a fraguarse en su EP de 2012 y que ahora ya parece un camino irreversible.
Sin embargo, el problema de este tercer largo (por poner algún inconveniente) es que en su escasa media hora de duración, hay una gran irregularidad y falta de originalidad en ciertos cortes del disco, que no enganchan y que por su falta de fuelle, desgraciadamente no logran conectar sensorialmente con el oyente. Un ejemplo es ‘Evil Blooms’, un plagio descarado con una base rítmica y melódica idéntica a ‘Soma’ de los Strokes.
Nota bandálica: 6,5