El queroseno del Fuel Fandango

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Crónica del concierto de Fuel Fandango el 19 de noviembre en La Riviera de Madrid


(Nota: Fuel Fandango estarán de nuevo en concierto en Madrid el 20 de enero, en el Teatro Circo Price. Entradas a la venta en Foryouticket)

Ale y Nita, junto con Carlos Sosa a la batería y Alberto Rodrigo al bajo, llevan todo el año embarcados en una gira que les ha llevado por incontables ciudades de nuestra geografía y por algunos de los principales festivales. Lo hacen defendiendo su tercer disco, un Aurora (WMG) que ha resultado un éxito de crítica y público y que les presenta en una versión quizá más auténtica y visceral, con un electrofunk más consistente y con un mayor protagonismo de las guitarras, haciendo esta vez más evidente su admiración por los Chemical Brothers.

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Saben que el disco funciona y así lo están transmitiendo en directo, desplegando el discurso en torno a Aurora y elevándolo gracias a la intermediación de los grandes hits de Trece Lunas, que siguen contándose entre los mejores de la banda. La fusión es una característica natural que cada día explotan con más atino: quizá ahora cobre más protagonismo el castellano y antes el inglés, pero el caso es que hoy por hoy cuentan con suficientes estribillos y melodías en ambos idiomas como para hacer una balanza que no pesa demasiado por ninguno de los dos lados. El flamenco con el pop, convirtiendo el zapateao de Nita en un instrumento más de percusión y el género en una especie de flamencotrónica. Y una estética y un sonido que a mi me gusta calificar de cordobrighton.

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Este verano ya les habíamos disfrutado en festivales como el Granada Sound, y teníamos ganas de verles en sala. Más en una Riviera en la que ya han dado conciertos míticos como aquel de finales de 2013.

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La idea es parecida a la que han girado al aire libre pero reforzada con pasajes más electrónicos, con reprises más reposados y con más espacio para la performance. Y sobre todo con más temas, que permiten bucear con mayor precisión en la discografía de una banda que lleva 3 de 3.

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Arrancan con algunas partes nacientes de Aurora, como despertándose, con ‘El Todo Y La Nada’ o la descomunal ‘La Primavera’, para empezar a atacar su funk a través de la sensación de corriente que transmite ‘Burning’, una especie de encendido de la mecha que termina estallando en ‘Talking’, ese tribal canto de llamada y respuesta breakbeat del primer disco.

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‘Trece Lunas’, sin embargo, representa el primer gran momento del concierto y demuestra seguir siendo una de las canciones mejor hechas de los cordobeses. La Riviera se cae, las luces empiezan a verse más elaboradas y el sonido se clarea, y empieza el fiestón que ya nunca dejan que decaiga. Es lo que tiene Aurora, que es el más electrónico de todos los discos y se desenvuelve como pez en el agua entre los muros de una discoteca. ‘Corazón’ o ‘El Viento’ son ejemplos clarísimos.

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Hacia la mitad llegarían otros grandes momentos de impacto amparados en la calidad de Trece Lunas, con la bailable ‘New Life’, la rockera y hasta un poco punk ‘Read My Lips’ (sorpresón) y ‘Nature’, una misa orgánica de esas en las que Fuel Fandango exploran con más riesgo los territorios del flamenco fusión consiguiendo aquí un resultado magistral definido por esa segunda parte que sobrevuela «entre montañas, la lluvia y el sol» (temazo, ojito aquí). ‘Always Searching’, del primer disco, acabó prolongada en una mini pinchada en solitario de Ale a los platos y estalló en el primer final que representa ‘Shiny Soul’, su primer sencillo de éxito y un tiro de funk rock flamenco.

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Para el bis empezaron con ‘Medina’, apoyada por las proyecciones de caballos y polvo, todo muy salvaje. Casi tanto como esa, la que supone la despedida final, dando sentido a la importancia que le dan a Aurora Fuel Fandango. ‘Salvaje’ te deja arriba, con ganas de más y con la sensación de que Ale y Nita son, juntos, una de las joyitas más preciosas de nuestro país. Puro fuel. Puro fandango.

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