Los Planetas narcotizan Illa de Arousa, The Temper Trap sorprenden y Lori Meyers se exhiben
Hace unos meses ya os hablábamos y recomendábamos el Atlantic Fest de A Illa de Arousa (Pontevedra, Galicia). Un festival de lujo en un escenario natural como pocos, con ambiente familiar y buenos precios. Y por si todo ello no era suficiente, para esta edición han contado con Los Planetas (recién confirmados en el V de Valarés de A Costa da Morte) y The Temper Trap (autores de una de esas canciones que todos conocemos como es ‘Sweet Disposition’) como mayores reclamos en su cartel.
En cuanto a su distribución, hay que destacar la variedad (y cantidad) de escenarios en los cuales se desarrolla el festival: el Son Estrella Galicia situado en la playa del Bao donde tienen lugar las actuaciones del grueso del cartel (desde el puente por el que llegas a la isla se ve perfectamente), el Turismo Rías Baixas en el Auditorio de A Illa, el Paco & Lola en el mercado de Abastos y el D’Tascas situado en los distintos bares de A Illa donde tienen lugar pequeños grandes conciertos centrados en bandas gallegas.
VIERNES
El 30 de junio arrancó el festival. El Auditorio, situado en pleno centro y muy cerca del Ayuntamiento, contó con las actuaciones de la banda gallega Os Amigos Dos Músicos y Rosalía & Raül Refree bajo el nombre de Los Ángeles. Por desgracia y por motivos logísticos, no llegamos a tiempo al Auditorio, pero sí a los primeros conciertos del escenario D’Tascas.
La primera en actuar en él fue la franco-gallega Mounqup, «la Björk gallega» según comentaban algunos de los asistentes… y les damos la razón. Si no la conocéis, ya estáis tardando. Otras dos bandas gallegas, Sen Senra y Kings Of The Beach, descargaban también en otros dos locales de ese escenario D’Tascas.
SÁBADO
Sobre las 14:00 horas nos presentamos el sábado en el escenario principal Son Estrella Galicia para disfrutar (una vez más en la historia de Bandalismo) de la banda de Luis Alberto Segura, L.A., con quien hablamos el pasado mes de mayo sobre su séptimo disco, King Of Beasts (2017, Sony). Un vermut de auténtico lujo.
Sinceramente, no nos cansamos de repetirlo: nos parecen una banda espectacular, muy profesional y a la que no nos gusta meter en ese cajón de sastre que es el indie patrio. Si no fuesen de aquí tendrían más repercusión. Sonido americano con esa voz de Luis a lo Eddie Vedder o Adam Duritz de los Counting Crows que complementa a una música que también tiene algo de ellos. A pesar de algún que otro problema técnico con el bajo, sonaron muy bien. Un concierto muy equilibrado que comenzó con canciones de su último trabajo King of Beasts e incluyó algunos de esos temas que siguen dejándonos sin palabras pertenecientes a ese debut espectacular que fue Heavenly Hell (2009, Universal). Todo ello con guiños a los Dire Straits incluidos… Se merecen más de lo que tienen. Y no nos cansaremos de repetirlo.

Joe Crepúsculo reventó a las 16:30. Sus canciones naif, su electro cumbia, su makineo, su desvergüenza a la hora de conectar con el público… convirtió a esas horas el escenario Estrella Galicia en una discoteca acid. Terminó con su ‘Fábrica de Baile’ y la invasión de gente en el escenario. Primer gran triunfador de la tarde sin lugar a dudas.
Delorean comenzaron con su giro total a la electrónica. Batería, octapad, sintes y secuenciadores, dejando a un lado guitarras y bajo y sin apenas presencia de la voz de Ekhi. Fue en la segunda parte del bolo cuando se colgaron las guitarras y sonó esa fusión con la que nos engancharon. Hay que admitir que su sonido no fue espectacular, a lo que se unió el hecho de que a muchos, a las 18:30 horas, Delorean les pilló un poco descolocados. También es verdad que hacía un par de horas botaban como locos con la charanga del tío Crepus… incongruencias de la vida.
Situado en la zona de aprovisionamiento, llena (por supuesto) de esos food trucks presentes en cualquier festival hoy en día, estaba el escenario Gastro. Allí tuvimos oportunidad de ver a bandas como Os Amigos Dos Músicos (no nos hemos equivocado, repitieron presencia en el festival), una banda que en Galicia están presentes en todas partes. Grandes músicos, derroche de buen rollo gracias a ese folk americana en gallego con letras cargadas de amor por su tierra. Momento de relax en un paisaje acorde con su sonido.
Con los australianos The Temper Trap nos llevamos un sorpresón. Acompañaron en 2010 a Arcade Fire en Santiago de Compostela y este 2017 regresaron a las tierras gallegas gracias al Atlantic Fest. Su Conditions (2009, Liberation) nos gustó, pero sus posteriores lanzamientos no nos entusiasmaron. Su directo es otra cosa. Un repertorio equilibrado, bien escogido, perfectamente ejecutado, un sonido increíble y un líder, Dougy Mandagi, con carisma, saber estar y una voz espectacular. Terminaron con su ‘Sweet Disposition’, como no podía ser menos. Una grata sorpresa.
Volvimos al escenario Gastro para ver a Apartamentos Acapulco, una de las bandas que están destacando entre la escena emergente de Granada. Acaban de editar sus Nuevos Testamentos (2017, El Volcán) y Jota (Los Planetas) les está echando una mano. Ante ello la pregunta es obvia, ¿a qué creéis que suena? Podemos afirmar que es un impresionante parecido al sonido planetario de los inicios. Sin duda, nos prepararon perfectamente para lo que venía después.

Ahora llega la parte personal. Reconozco que sigo a Los Planetas desde sus inicios e incluso muchas de sus canciones son la banda sonora de muchos momentos de nuestra vida indie, himnos generacionales. Y lo han aprovechado e incluido en un repertorio que probablemente repitan en sus citas veraniegas, apostando al éxito seguro.
Con el público ya expectante y entregado desde el inicio, arrasaron tirando de clásicos: ‘Un Buen Día’, ‘Santos Que Yo Te Pinte’, ‘Segundo Premio’, ‘¿Qué Puedo Hacer?’, ‘De viaje’, ‘Corrientes Circulares’… y comenzaron con ese temazo extraído de su último disco: ‘Islamabad’ (era de esperar). Triunfaron, sin duda.
En el intervalo de cambio en el escenario principal, y en la zona Gastro, recomendaros a los Electric Feels, dos hermanos de 14 años que pusieron a todo el mundo a bailar con unas mezclas de clasicazos del indie.
De vuelta al escenario principal, sin movernos de Granada, concretamentente de Loja, (de Loja concretamente), era el turno de Lori Meyers. Ante una gran cantidad de incondicionales y Jota, que presenció el concierto entre el público, consiguieron convertirse en otros de los triunfadores del día.
Llegaban con una parafernalia visual que impresionaba, un montaje de luces, pantallas y vídeos que quitaba el hipo… Pero, ¿realmente lo necesitan? Está claro que quieren ir más allá, vender algo más que su música, una imagen espectacular que los distinga de esas bandas que conforman la “primera división” del indie nacional presente en todos los festivales, marcar la diferencia.
Elegantes, profesionales, Noni al frente demostrando sus tablas y liderazgo ganado a pulso, ejecución impecable y un sonido apabullante, además de ese impresionante montaje visual… y tirando también de clásicos: ‘Luces de Neón’, ‘Emborracharme’, ‘Mi realidad’, ‘Luciérnagas y Mariposas’ y ‘Planilandia’ formaron parte de un repertorio que apenas incluyó unos 3-4 temas de su nuevo disco, En La Espiral (2017, Universal).
El cansancio hacía mella, llevábamos desde la 13:30 en O Bao, banda tras banda, sumado a la fiesta hasta altas horas de la madrugada de la noche anterior, decidimos abandonar el recinto antes del comienzo de Maximo Park.
Y por si esto os parece poco, el domingo otra cita con la efervescente escena gallega (y portuguesa): los muy recomendables Puma Pumku y su sonido que va desde clásicos como Pink Floyd hasta los australianos Tame Impala, el folk de los portugueses Birds Are Indie que llenó el Mercado de Abastos de A Illa (Escenario Paco & Lola) y posteriormente en las tascas le tocaba el turno a Dois desde Vigo y Esposa desde Santiago DC. Desde luego, una buena forma de comenzar un domingo que, además, contaba con un clima espectacular.
Un festival que os recomendamos: entorno alucinante, buen ambiente, alejado de masificaciones, buenos precios, pensado para disfrutar con los más pequeños (horarios, actividades, talleres y zona de juegos), un cartel variado, el encanto de los conciertos en los bares… y una organización con un equipo humano muy bueno.
Larga vida al Atlantic Fest, nos vemos en 2018.
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Fotos: Varinia Doce // Renato Cruz