La primera edición del Festival Amante demuestra que las cosas que se hacen con cariño suelen funcionar
Bajo la premisa de no ser un festival más, y con la idea -muy clara- de ser un evento celebrado por y para el pueblo, el pasado sábado 19 de agosto tuvo lugar la primera edición del Festival Amante en Borja (Zaragoza, Aragón). Efectivamente, la misma localidad que se hizo viral en 2012 gracias a Cecilia y su ‘Ecce Homo’.
Ya que se celebraba durante todo el sábado -desde las doce de la mañana hasta la madrugada del domingo-, se ofreció a los asistentes de fuera de Borja la posibilidad de acampar también la noche anterior en las piscinas municipales, acondicionadas para la ocasión. De hecho, para esa noche del viernes, se proyectó la película Whiplash (2014) en la zona de acampada y se adaptó el horario del Museo Arqueológico para que pudiese ser visitado hasta las 23h. Y hay que reconocerlo, todo un acierto incluir estas actividades por parte de la organización.
COMO FUENTEOVEJUNA
He de admitir que desde que llegué el sábado por la mañana, el ambiente que se respiraba en las calles me era muy familiar a lo que había vivido unos días antes: una plaza con actuaciones gratuitas, buen rollo y total amabilidad por parte de la gente, ganas de divertirse, buen vino… volvía a estar, guardando las distancias, en Aranda de Duero. Y qué bonito es ver -y vivir- eso.
Si bien es cierto que la gente de Borja se volcó con el festival, también es necesario reconocer que fue recíproco por parte de la organización. El ejemplo más claro fue el escenario de la Plaza del Mercado: dos conciertos gratuitos para todos -independientemente de que tuvieses entrada o no-, siendo uno de ellos una de las bandas que actuarían en el recinto por la noche -Elefantes- junto con dos parejas de DJ’s que estuvieron pinchando desde las 16h hasta las 20h. Hay que reconocer que estos pequeños detalles son los que hacen grandes estos eventos. Hacer las cosas por amor y con cariño, no sólo con un fin económico, es algo que se ha visto claramente en el Festival Amante. Y al César lo que es del César: es un privilegio ver y asistir a este tipo de iniciativas, especialmente en Aragón.
LOS CONCIERTOS
La -intensa- jornada dio comienzo de la mano de Chía, una más que acertada elección para amenizar al público que se iba congregando en la Plaza del Mercado a la espera del concierto sorpresa. La calma que precede a la tormenta.
Tras una demora de media hora aproximadamente, Shuarma y su banda aparecieron en el escenario: Elefantes eran la actuación sorpresa. Y funcionaron. Consiguieron enganchar al público y crearon una de esas atmósferas tan bonitas que ocurren cuando tanto el público como la banda disfrutan -incluso sin saberse las letras de las canciones-.
Dedicaron ‘Que todo el mundo sepa que te quiero’ a Barcelona, insistieron varias veces en que el Festival Amante era el nombre más bonito de este tipo de eventos de España, versionaron ‘Te quiero’ de José Luis Perales -defendiendo la importancia de los clásicos nacionales- y terminaron con un público totalmente entregado. De hecho, a pesar de incluir alguna que otra sorpresa en su concierto nocturno, este fue el bolo con mayor conexión con los asistentes de todo el día.
Después del que -para mi- sería el mejor concierto de todo el festival, la tarde quedaba en manos de ME & DJ’s y Ochoymedio DJ’s. Ambos dúos, tirando de hits nacionales de bandas como Vetusta Morla, Lori Meyers, Sidonie, León Benavente, Dorian, Ojete Calor, Las Bistecs – cuya ‘HDA’ con referencia al ‘Ecce Homo’ no pasó desapercibida-… e internacionales como OMD y su -clásica- ‘Enola Gay’, The Royal Concept o Crystal Fighers.
Terminados todos los eventos planificados en la Plaza del Mercado, Second -tras el warm up realizado por Mr&Mr DJ’s– fueron los encargados de inaugurar la música en directo en el Escenario Ambar del recinto. Un concierto más de Sean y los suyos en el que no faltaron ‘Nos miran mal’, ‘2502’, ‘Primera vez’, ‘Nueva sensación’, ‘Nivel Inexperto’ y que cerraron con ‘Rincón exquisito’.
Tras ellos, era el momento del doblete del día de Elefantes. Un concierto muy similar al realizado en la Plaza del Mercado pero que no me transmitió y causó la misma sensación que entonces. ‘Que todo el mundo sepa que te quiero’, ‘Azul’, ‘Duele’… y -otra vez- ‘Te quiero’ de Perales, pero esta vez acompañados de Sean (Second) y Alberto (Miss Caffeina), logrando uno de los momentos más bonitos y emotivos del festival.

Por último -tras una pequeña crítica al horario de su actuación- comenzaba el concierto de Miss Caffeina. Desde que se publicó Detroit (2016), ya se podía comprobar que era un disco de directo. Y así lo han demostrado durante estos dos años, con una gira interminable… que pondrá punto y final el 9 y 11 de noviembre en Madrid. Un concierto más para aquellos que hayamos visto a Alberto y los suyos desde 2016: sonaron casi todos los temas de Detroit y se incluyó algún guiño al pasado como ‘Hielo T’. La única variante fue la explicación previa a ‘Oh Sana’, dedicada a lo acontecido en Barcelona el día anterior.
Eso sí, también hay que destacar que ellos no son el único caso cuyo último disco está hecho para el directo, a Sidonie le ha pasado exactamente lo mismo con El Peor Grupo Del Mundo (2016). Son trabajos que funcionan muy bien y lo han aprovechado perfectamente sumando un número -casi- incontable de conciertos en festivales y en salas estos dos últimos años. En ambos casos, creo que ya va siendo hora de meterse en el estudio -o al menos descansar-.
EME DJ se encargó de la clausura de la primera edición del festival, una sesión que duró hasta las 05:30h del domingo y que contó -durante un rato- con los miembros de Miss Caffeina como público. Una buena selección de temas, desde Dorian a C Tangana pasando por la BSO de Cazafantasmas (1984), que consiguió que todos aquellos -valientes- que decidieron quedarse se olvidaran del frío.
CONCLUSIONES
En cuanto al recinto, por poner una pega, tan sólo el hecho de aumentar el número de baños portátiles para futuras ediciones. Aunque no hubo excesivos problemas, incluir un par más considero que vendrían bien. Por lo demás, ninguna queja: una amplia zona de descanso con mesas y sillas, tres puestos de comida y amplias barras. En definitiva, una -muy- buena distribución y una acústica sorprendentemente buena.
Por todo ello, considero que el Festival Amante ha sido un pequeño gran festival. Conciertos públicos por la mañana recordando al espíritu del Sonorama Ribera, un recinto organizado y adornado que puede recordar al Vida o al Cruïlla, una zona de acampada en las que las temperaturas no serán muy diferentes a Kobetamendi y una piscina en ella que puede recordar a la del Low Festival… pero todo a ello a pequeña escala, acorde con los 1530 asistentes. Un buen dato considerando que se trataba de la primera edición y que todavía sobrevolaba en el ambiente la cancelación del CultureFest 16.1 el año anterior -y el día anterior a celebrarse- en Tarazona, a escasos 30km de distancia.
La verdad es que -si se mantiene esta línea de trabajo y organización- el festival tiene muchas posibilidades de crecer estos próximos años.
Nos vemos en 2018… con una buena chaqueta.
Fotografías: Ángel Zaro (Festival Amante)