Crónica Resurrection Fest 2017: El hogar de la música extrema

Rammstein incendian un Resurrection convertido en leyenda viva de los festivales españoles


Si a la ya de por si bella Galicia, con sus paisajes, su clima y su gastronomía, le sumas la zona de la mariña lucense (más concretamente Viveiro) y le pones un festival como el Resurrection Fest, con 100 bandas y casi 90.000 entradas vendidas, se produce una simbiosis perfecta.

Esta era mi sexta edición, la duodécima del festival. He tenido la suerte de ver como el Resu mejora y crece cada año y este año poder hacer este reportaje. ¡Comenzamos!

Miércoles 5

Los que asistimos a la Warm Up Party del miércoles nos dimos cuenta de que este año la cosa prometía; además los organizadores nos habían avisado de que había sold out tanto para la Warm Up como en los abonos.

Por nueve euros, los allí presentes pudimos disfrutar de conciertos como Parazit, Aphonic y We Ride (dos de los grupos más potentes de Vigo), del impresionante y técnico deathcore de los mejicanos Here Comes The Kraken y por supuesto de los conciertazos que se marcaron CJ Ramone, Soziedad Alkoholika y Sepultura.

Este día el festival solo abría parte de su recinto y los conciertos se celebraban todos en el escenario Ritual Stage, pero se podía tener accesos a las zonas de merch, tanto la oficial como el recinto de merchandising genérico, en donde podías encontrar de todo lo relacionado con estos estilos de música y con una zona propia de Impericon. También podías acceder a la zona de puestos de comida, donde podías encontrar bocado de buena parte del planeta: asiática, india, americana, zona vegana, etc.

Además podías pasear por la zona del nuevo escenario que este año añadía el festival, el Desert Stage, centrado en sonidos más stoners, doom, etc. La bestia del Main Stage (el escenario más grande de España de este año) y el Chaos Stage esperaban impacientes al día siguiente.

Una de las cosas que te permite el Resu es que puedes estar viendo el concierto de We Ride, con los resukids subidos al escenario, mientras el público se acerca a ellos haciendo crowd surfing. Para los que no estéis muy informados, el resukids son actividades que el propio festival realiza para niños, actividades paralelas para «adentrarlos» en este mundo. Y entre ellas se encuentran la de poder subir al escenario mientras tocan los grupos.

JUEVES 6

Llega el jueves y empiezan los días grandes del festival, es un no parar desde que entras hasta que sales. Nada más llegar fuimos a catar el nuevo escenario donde estaba tocando El Altar del Holocausto, grupo de post rock/doom que ya controlábamos pero que hizo darnos cuenta que este escenario iba a dar mucho que hablar tanto este año como en años posteriores.

Al terminar, y a pocos metros, nos esperaba el Ritual Stage con Brothers Till We Die. Esta banda de harcore punk/metal que, junto con Vitaimana, posiblemente fueran las dos bandas nacionales del cartel que más queman el escenario y más locos ponen a los espectadores: mosh pit, wall of death, y crowd surfing continuos de inicio a fin de concierto.

Cruzamos a la zona que todavía no habíamos pisado para poder ver la banda de metalcore The Devil Wears Prada y de paso para disfrutar de la zona Pandemonium, una especie de zona VIP a la que puedes acceder pagando un plus de tu abono y que te habilita a zona de bebidas, comida y baños menos masificada. Además de ofrecerte la posibilidad de disfrutar los conciertos desde un balcón con tumbonas y encontrar a grupos del festival dispuestos a hablar contigo y sacarse fotos.

Sin tiempo para respirar, corrimos de nuevo a la zona del Ritual para alternar varios conciertos seguidos entre los tres escenarios. Así que entre carrera y carrera pudimos ver a Malevolence, Airbourne, Comeback Kid, Suicidal Tendencies y The Black Dahlia Murder.

A continuación llegarían tres de los conciertos más esperados del festival: Anthrax, Dropkick Murphys y Eluveitie. Con momentos que quedarán en la memoria de todos viendo como el público cantando a pleno pulmón las canciones de Antisocial de Anthrax y Rose Tattoo de Dropkick. Destacar el gran concierto de Eluveitie, que nos puso la pie de gallina cuando gran parte del Resu cantó ‘Inis Mona’; una banda que sentía sensaciones especiales al tocar en tierra celta ya que su música mezcla el death metal con el folclore de esta cultura. A todo esto aún habría que añadir el concierto de Korplikaani y el tributo a Rage Against The Machine de Bulls On Parade.

VIERNES 7

Empezábamos la tercera jornada mentalizándonos de todo los grupazos que veríamos hasta que Rammstein saliera a escenario. Ya que si el día anterior fue intenso, esa tarde nos esperaba mucho hardcore y metalcore con algo de trash y death por el medio. Así que a los conciertos de primera hora nos esperaban cuatro conciertos seguidos entre los escenario Chaos Stage y Main Stage: Legacy of Brutality, Annihilator, Architects y Vitaimana, a los que pudimos ver junto a la guardia imperial de Stars Wars y los resukids, todos juntos en el escenario.

Auténtico lujazo de conciertos y aún no habían dado las diez de la noche, pero ya empezábamos a prepararnos para lo que vendría a continuación. ¡No! No era Rammstein… todavía nos quedaba por disfrutar de los directos de dos de las bandas de hardcore más importantes del planeta, como son Terror y Deez Nuts. Esta última tuvo a Sam Carter de Architects como invitado especial para cantar uno de sus temas emblemáticos, ‘Band of Brothers’, y además Mimi de We Ride también subió al escenario para cantar ‘Stay True’, al igual que también la pudimos ver junto a Comeback Kid cantando ‘Partners In Mine’. Y es que la hermandad entre bandas hardcore es ejemplar y el orgullo que sentimos los gallegos por Mimi también.

Entre estos dos conciertos pudimos disfrutar del concierto de Enter Shikari, increíble banda que mezcla el post hardcore con sonidos electrónicos, una banda muy esperada por el público y que respondió con creces a las expectativas.

Llegaba la hora de Rammstein y el Resurrection rugía con todos congregados frente al Main Stage. Por poner un poco en situación, en el concierto de Iron Maiden del año pasado la organización tuvo que aumentar el tamaño del escenario; este año para los alemanes tuvo que ampliarlo al doble que el año pasado. Los Maiden trajeron 19.000 kilos de material lumínico y cuatro tráilers a Viveiro, ¡Rammstein 30.000 kilos y 12 tráilers!

Con todo esto, os podéis imaginar que el espectáculo visual fue increíble: fuego que salía de todas partes del escenario y de la torre de sonido, además del que disparaban ellos mismo desde sus guitarras y bozales. Esto, sumado a la destreza y tablas de una banda que lleva en lo más alto del metal industrial desde 1994, hicieron que fuera un concierto perfecto. Hora y media de espectáculo en la que no faltaron temas como ‘Du Hast’, ‘Feurer Frei’ o ‘Engel’, con un último regalo especial para el público español tocando la canción ‘Te Quiero Puta’ (NdE: nos metemos otro día con lo elevado de su letra). Todo ello acompañado de los, ya tradicionales, fuegos pirotécnicos del Resurrection por encima del escenario que terminaron de redondear el espectáculo.

Antes de retirarnos a descansar pudimos disfrutar de una de las bandas menos conocidas pero a la vez más esperadas del festival, los estadounidense de metal progresivo instrumental Animals as Leader, mientras en el Chaos tocaban los brutales Napalm Death.

¿Fin de festival perfecto? Sí, pero todavía quedaba un día más…

SÁBADO 8

El cuarto y último día empezaba como los anteriores, con conciertos desde las dos del mediodía. A primera hora de la tarde se subían al escenario grupos como Mutant, Morphium o Bury Tomorrow, que a las 17:30 ya llenaban gran parte del escenario grande.

Uno de los conciertos más esperados del domingo era el de Arch Enemy, y gracias a las instalaciones de Monster Energy pudimos ver el concierto a unos diez metros de altura y observar con detalle el gran trabajo que el festival pone en la decoración: calaveras gigantes que expulsan humo por la boca y cuyos ojos se iluminan, antorchas, cruces, ataúdes y emblemas en lonas gigantes que hacen del recinto un parque cien por cien temático de la música extrema.

Desde allí cruzamos todo el recinto para llegar al Desert Stage y quedarnos enormemente sorprendidos con el concierto que dio Mantar, dúo alemán de guitarra y batería con un gran sludge metal. Nada más terminar corrimos de vuelta al escenario principal, ya que llegaba la hora de Mastodon. Banda en la que cada uno de sus miembros son técnicamente perfectos en lo que hacen y una de las más esperadas del festival. Además pudimos volver a ver a los resukids encima del escenario.

Llegaba el momento de hacer un pequeño descanso para hacer las últimas compras en la zona del merch, seguir probando la variedad de los puestos de comida y, en definitiva, reponer fuerzas para Rancid. Cuando llegamos y nos situamos por delante de la torre de sonido me di cuenta de que tenía que sacar alguna foto y para ello tenía que cruzar entre miles de personas bailando pogos… ¡yeah!

Con ellos pudimos disfrutar de sus grandes éxitos al igual que de los temas de su nuevo álbum, Trouble Maker (Epitaph, 2017), publicado este mismo mes de junio. (NdE: el día anterior, nos los perdíamos en un Mad Cool en el que se subieron a tocar con Green Day en favor de Spoon)

Todavía quedaban tres conciertos más, entre los que se encontraba el de la leyenda del black metal Mayhem. A quienes no conozcáis la historia del grupo, os animo a buscar información; prometo que no os dejará indiferentes. Además, los conciertos de Sabaton y Obituary.

Los primeros desplegaron su espectacular puesta en escena usando un espectáculo pirotécnico al igual que también hizo Arch Enemy ese mismo día, mientras que los estadounidenses Obituary cumplieron de sobra con su death metal de altísimo nivel.

En otro orden de cosas, cabe destacar la facilidad que hubo durante los tres días para coger los buses que se dirigían a los diferentes campings del festival, al igual que los conciertos que organizaron el lunes y martes antes del festival en el centro de Viveiro. Así como el museo creado en el Ayuntamiento en donde se podía observar la trayectoria del festival con los carteles de todas la ediciones, entradas y demás recuerdos.

En resumen, un Resurrection Fest 2017 increíble en el que es importante resaltar el gran trabajo de la organización, el altísimo nivel de las bandas y el civismo general de los asistentes junto con el de los propios habitantes de Viveiro.

Ya esperamos con ansias la próxima edición.

 


Fotografías: Aser Rodríguez

Puntuación de los lectores

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.