Crónica Riviera Maya Jazz Festival 2017: Un homenaje del jazz a Fernando Toussaint

El Riviera Maya Jazz Festival celebró su decimoquinta edición, cuya asistencia alcanzó las 15 mil personas 


Muchas veces se dice que los eventos gratuitos no son de mucha calidad. Sin embargo, en el caso del Riviera Maya Jazz Festival es todo lo contrario. El pasado 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre tuvo lugar una nueva edición del festival mexicano, concretamente en el Mamitas Beach Club situado en la Playa del Carmen. La decimoquinta ocasión en la que tuvo lugar uno de los diez festivales de música jazz —gratuito— más importantes en el mundo.

Por desgracia, el creador y director general del festival, el señor Fernando Toussaint —músico de jazz, compositor y escritor mexicano— falleció a inicios de año, por lo que la nueva edición del festival debería representar la visión y el amor que Fernando le tenía al jazz. Y, por mucho, se sobrepasaron las expectativas en una ubicación espectacular que situaba el escenario a la orilla de la playa con la luna llena iluminando las eclécticas noches.


Jueves: 30 de noviembre

Después de una fuerte lluvia de cinco minutos, lo normal en estas fechas en el Caribe, la gente comenzó a llenar el club de playa.  Colocaron mantas, toallas, pareos y demás telas en la arena para poder sentarse y disfrutar del evento. E incluso, los más precavidos, llegaron con hieleras llenas de cervezas, con botellas de vino y otros con agua y demás refrigerios. Estaba claro: levantarse lo menos posible de su lugar para no perderse ningún tema.

La noche inició con Amigos de Fernando Toussaint, muchos grandes jazzistas tocando para su difunto compañero y amigo. Jazz de la “vieja escuela”, llena de saxofones y un potente bajo. La segunda banda fue Señor Vitalis, un grupo recién creado pero con la peculiaridad de que sus integrantes han tocado juntos en diversos proyectos, siendo uno de los más conocidos Aguamala —grupo en el que Fernando Toussaint era partícipe—, realizándole así un muy lindo tributo a la antigua banda.

Para el tercer acto, Cecilia Toussaint también rindió tributo a su hermano. Una muy emotiva presentación que se llevó una buena parte de la noche y cuyos temas presentados fueron compuestos por Fernando, aunque contarían con el toque de Cecilia en los arreglos. Aunque una parte del público pedía repertorio de la cantante, solo se limitó a realizar el tributo a su hermano, de la mano de la banda Palmera y diversos amigos.

Para cerrar el primer día, los Illya Kuryaki & The Valderramas pusieron a bailar al casi todos los asistentes. El dúo tuvo la última actuación del año y consiguió llenar de hip-hop, funk, soul y rap todo el escenario. Si bien no son jazz, Fernando siempre tuvo la inquietud de traerlos. Una acertada decisión que se pudo comprobar al haber una muy buena recepción del público, el cual coreó y bailó todas las canciones. Para los argentinos, el grupo entrará en pausa para continuar con los proyectos personales.


Viernes: 1 de diciembre

La noche inició con Steffie Belt, una joven de 23 años con un enorme futuro en el jazz que interpretó canciones originales y algunos covers de las grandes Nina Simone o Janis Joplin, entre otras. Si bien su carrera se está iniciando y está tomando experiencia, ha llegado por propios méritos al festival.

Para cerrar la noche se presentaron John McLaughlin y Jimmy Herring con su tour mundial The Meeting of the Spirits. El concierto fue muy especial para John, ya que es parte de su despedida de los escenarios y, de igual manera, le dedicó la presentación a su gran amigo Paco de Lucía, quien falleciera en Playa del Carmen en el 2014 y con quien llevó un trío de guitarras a principios de los años 80, junto con Al Di Meola.


Sábado: 2 de diciembre

Para abrir las actividades de día, nadie mejor que Memo Ruíz. Con sus 30 años de trayectoria artística, acompañado de su Big Band Bolero Jazz, con quienes lleva 13 años fusionando el jazz norteamericano con el bolero cubano, todo un deleite musical.

Wallace Roney sorprendió a los asistentes al ser acompañado por su hijo en la batería y su sobrino en el saxofón. El que fuera alumno de Miles Davis por muchos años, tocando a la perfección la trompeta, no se guardó nada en el escenario.

Seguía el turno de dos monstruos del jazz: Chick Corea y Belá Fleck, ganadores de 24 y 15 Grammys respectivamente. Muy pocas veces en la vida se tiene el privilegio de ver a artistas de ese calibre, la artillería pesada del festival había llegado.

El escenario fue solo para ellos dos, Belá con su banjo y Chick en el piano, sin complicaciones dominaron al público que se perdió en sus notas. Para cerrar la presentación del dueto, Bobby McFerrin se les unió —agréguenle otros 10 Grammys al escenario, por favor—. Improvisación, fluidez, gozo y talento… la máxima representación del jazz. La ovación de pie no se hizo esperar, largos aplausos para los tres grandes músicos que se despedían sin dejar el escenario, la gente no los dejaba ir de tanto aplauso.

Bobby McFerrin se encontraba listo para el cerrar el festival, se lanzaron los fuegos artificiales, todo estaba preparado, hasta que una torrencial lluvia hizo una mala jugada. Por motivos de seguridad para los músicos la presentación se canceló y el mojado público que aguantaba la lluvia con tal de ver al jazzista poco a poco se tuvo que retirar del club de playa.

Si bien fue una cuestión ajena a los organizadores, el público quedó muy contento con los actos anteriores. De hecho, la asistencia en Mamitas Beach Club fue de 15 mil personas por día, nada mal para un festival de jazz. Con ese poder de convocatoria y gracias a los grandes talentos, el Riviera Maya Jazz Festival seguirá entre los diez mejores festivales a nivel mundial, eso es indiscutible. Y si quieres escuchar la playlist del festival, la tienes aquí.


Fotografías: Cortesía del Riviera Maya Jazz Festival

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