Crónica: Viva Suecia estuvo a punto de tocar en una sala

 

Triste y esperpéntico lo vivido con Viva Suecia en la sala Dux de A Coruña


Pongámonos en situación. Por problemas de aforo, la sala INN Club —donde iba a tener lugar el concierto de Viva Suecia y Atrás Tigre—tiene que cerrar durante un tiempo para llevar a cabo obras de acondicionamiento. Como consecuencia, todas las actuaciones ya programadas para este mes de diciembre se han intentado (e intentan) llevar a otros recintos de la ciudad. 

Una sala, la INN Club, de reciente inauguración y cuya apuesta por la música en directo es total. De hecho, ya han pasado por ahí bandas como Hinds, Las Bistecs, Tequila o Miss Caffeina, e incluso Mikel Izal o Dave Rowntree (Blur) en forma de sesiones DJ.

Sidonie fueron de los primeros afectados por estas reubicaciones y ya tuvieron sus más y sus menos con el cambio de sala. Aunque, por suerte, no fue el mismo emplazamiento donde se trasladó esta doble cita con Viva Suecia y Atrás Tigre. En este caso, el cambio de ubicación «sorpresa» tuvo como solución el traslado a la sala DUX.

La denomino «sala» por calificarla de alguna forma, porque ese lugar no puede ser calificada como tal. Un sitio conocido en la ciudad pero que no reúne, ni por asomo, las condiciones necesarias para asumir un concierto. Y menos albergar uno de una de las bandas nacionales en mayor auge, como es Viva Suecia.

Un directo que se apoyó en un equipo de sonido formado por los propios altavoces de la sala —por los que normalmente suena música de charanga o reguetón—, un técnico de sonido haciendo de tripas corazón para conseguir algo decente… desde una cabina de DJ sin tan apenas visibilidad de la banda en el escenario. Bueno, escenario, si así podemos llamar al lugar donde se situaban los músicos.

Además, una barra en forma de isla ocupando casi el 50% del local, molestando e incomodando completamente al desarrollo y disfrute de las bandas por parte del público. Es decir, una situación triste y esperpéntica. Y eso que nos gusta disfrutar de la música en directo… pero no a cualquier precio, no así. El resultado fue que ambas bandas tiraron de oficio e hicieron lo que pudieron, pero ambas se veían sorprendidas con una situación más que desagradable. 

De hecho, la propia banda Viva Suecia realizó un comunicado en su Facebook, en el cual explicaron que no les habían avisado del cambio de sala y que, viendo la situación, pidieron refuerzo de equipo. Un refuerzo que no se les concedió.

https://www.facebook.com/vivasuecia/posts/988605967963292

 

Por desgracia, no es la primera vez que leemos sobre situaciones como esta. Es momento de escribir específicamente hacia los programadores: hay que cuidar a la bandas y al público. Respecto a las primeras, están realizando un trabajo y ese se ha de hacer en unas condiciones dignas. En cuanto a las segundas, hay que respetar a un público que paga una entrada por ver un espectáculo en condiciones. Estas premisas deberían anteponerse a la económicas, pero estos intereses suelen ser más fuertes. Qué os vamos a contar.

En este caso específico nos sorprende tanto porque era una situación que se sabía con semanas de antelación como porque la promotora que lo organizaba contaba con una experiencia más que demostrada. ¿No hubiese sido mejor la suspensión y cambio de fecha? Ofrecer otro día, que realmente era lo que esperaba el público —y seguramente también la banda si se le hubiese notificado el cambio de ubicación—.

Triste y esperpéntico lo vivido el pasado 16 de diciembre en A Coruña. Y este viernes 22 estaban programados Los Planetas, cuyo obligado cambio de ubicación también está dando de qué hablar. Esperamos que no sea otro desastre.

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