L.A.: «No podría vivir sin cantar»

Entrevistamos a Luis Alberto Seguro, L.A., ahora que afronta la consolidación con su séptimo disco, ‘King Of Beasts’


Luis Alberto Segura lleva una trayectoria musical de soldado, de minero, de duro trabajador. Amigo de mancharse las manos, ha sabido lidiar el toro del éxito con paciencia y con calma, sin dar zancadas exageradas de las que ponen en riesgo el aguante de los tendones y manteniéndose en la intersección de lo alternativo y lo comercial, siempre dando pasitos hacia delante. Hormiga del cuento, L.A. ha construido su casa y visto pasar cigarras, y ahora regresa al estudio con Toni Noguera, tercera y cuarta pata de Heavenly Hell, para revisarlo todo desde el principio. Para tratar de domar a la canción, una obsesión que comparte con su ídolo Paul McCartney.

Hablamos con Luis Alberto Segura sobre su música, sobre el momento que atraviesa con la banda y sobre King Of Beasts, pero también sobre música en general y sobre la vida en si misma. Sobre la rutina y sobre cómo y por qué cambian las cosas.


¿Cómo describirías tu carrera musical? Porque ya han pasado años…

Si remontamos a primeros discos nunca editados en territorio nacional… pues 2004, tío, o 2003. Pero el primer disco con una multi a nivel nacional fue en 2009 y han pasado muchas cosas… muchos conciertos, muchas giras, ya unos cuantos discos, y creo que ha sido una carrera ascendente pero con muchísimo, muchísimo trabajo, muchos altibajos… pero siempre con mirada ascendente.

Hablando del nuevo disco… sí hay un cierto distanciamiento del anterior, y yo veo a los últimos Kings Of Leon y a los últimos Mumford mezclados con una radiofórmula muy Tom Petty. ¿Cuáles son las influencias más claras?

Pues sí podrían ser algunas de estas. Escuché bastante el último disco de Mumford, escuché bastante a los Kings Of Leon y obviamente me gusta mucho Tom Petty, soy muy fan suyo, pero ha habido otros inputs más dispares, desde Alicia Keys a Kendrick Lamar, Solange o Kanye West, para que veas que sí, que ha habido rock pero que también ha habido otras fuentes de inspiración de las que hemos extraído fundamentalmente formas de trabajar un disco, formas de componer una canción, formas de instrumentar una canción, de colorearla realmente enriquecedoras y sorprendentes, sobre todo a la hora de coger esto y meterlo dentro del mundo rock, que es donde realmente nace King Of Beasts.

Es un disco de 17 canciones, bastante largo… ¿es tu disco, quizá no más ambicioso, pero sí más trabajado en el estudio?

Sí, podríamos poner después el Heavenly Hell, pero creo que este ha sido el que hemos hecho con más tiento y con más dedicación. Heavenly Hell fue otra historia, mucho más pausado y con otra idea en la cabeza, pero a la hora de trabajar el disco pensando en el directo, pensando en los fans, pensando en mí, pensando en la compañía, pensando en todo lo que requiere y todo lo que conlleva estar donde está L.A. ahora mismo o donde está el proyecto, pues este es el más elaborado, sin duda. Puede ser el que más curro ha llevado.

Has sido tú, y no yo quien ha sacado Heavenly Hell. También salió en la charla que diste con Toni (Noguera, productor del disco) desde el estudio a través de Facebook Live. ¿Qué supone para ti Heavenly Hell?

Es mi Nevermind, mi Ten, mi Appetite For Destruction. Fue el disco con el que di el primer paso en el mercado. Lo que tenía antes eran tres discos cojonudos pero grabados en casa, con otra visión, con otro concepto, y de repente hago un disco que coge una multinacional y lo pone dentro de su maquinaria, y para mí es algo totalmente novedoso, apabullante. Estaba currando en H&M, tío. Y me coge la compañía y me saca de trabajar en H&M y me coloca en festivales —lo primero que hago es el FIB—, o sea que claro, para mí ese disco, que me ha llevado a hacer eso, es algo que marca, es un tatuaje… llevo el cuervo de la portada en el dedo, ¿no? (Suspira, echa la vista arriba y los ojos hacia el fondo de su cabeza, como queriendo encontrar ese lugar donde están grabadas a fuego todas esas imágenes, los coros de todos los que algún día han cantado sus canciones delante de él) O sea que es un disco que significa mucho para mí y siempre es como un punto de inflexión, de referencia, es como algo que siempre está ahí, en el horizonte, que siempre está ahí navegando, y más al volver al estudio donde grabé el disco y con el productor con quien lo grabé, o sea que son muchas cosas que están ahí, siempre hay un espectro dando vueltas.

¿Dirías que Toni Noguera puede ser la mitad de este nuevo L.A.?

No es la mitad de L.A., pero sí que ha sido la mitad de L.A. en el estudio. Él sabe cual es su papel, sabe que está en el estudio conmigo y una vez salimos y nos vamos de gira pues él se queda en el estudio, ¿no? Pero, a la hora de trabajar, sí que ha sido la mitad del proyecto. Hemos estado a cuatro manos, delante de la mesa, decidiendo, quitando, poniendo, discutiendo… son muchas horas dentro del estudio trabajando. Y somos dos cocos muy zumbaos tío, es normal que acabes trabajando mano a mano y que funcione, que no funcione, que tal, que discutes, que te ríes, qué encaja y qué no… muchas horas, tío.

Cuando te entrevistamos durante la presentación de Dualize comentabas que no querías ponerte horarios en la grabación, que era todo más espontáneo, más llegar y aquí te pillo, aquí te mato, me meto en la ducha y se me ocurre un tema y tengo que grabarlo. Y ahora estás más apegado a una rutina de estudio. ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva?

Cada grabación, desde la primera que hice en el 2003, ha tenido su modus operandi, su forma de trabajar. Y más en estos últimos años. En Sound City (los míticos estudios de Los Angeles) estábamos como a hora y media del estudio, y cogías autopista… la forma de trabajar era como muy lenta, colocando este micro… Dualize fue dormir en una casa como a 10 minutos caminando de casa de Richard (Swift, productor de The Shins o Damien Jurado), donde él tiene su estudio, y cada mañana ir andando hasta el estudio, hacer el café, sentarnos, pensar en qué canción hacemos hoy y tal. From The City fue como más locura todo, dormía en una roulotte al lado del estudio y a veces grabábamos y a veces no, hoy sí pero mañana no… un poco follón. Y en este me lo he planteado como… estoy a cinco minutos del estudio, cojo coche, voy por la mañana, las niñas tienen una cosa u otra, paro la grabación, voy a casa, soluciono lo de las niñas, vuelvo al estudio… todo como más casero y más dentro de un circuito de diez minutos de tiempo de ir y volver, casi como si estuviera en el garaje de mi casa, y eso te deja mucha libertad… Toni también a full time. Cada grabación tiene al final su esquema de curro, sus horarios y sus formas. Te lo he resumido mucho pero vamos, que cada grabación ha sido un mundo diferente, un estado diferente de EEUU o de donde sea, con un productor diferente. Con su vida propia.

¿Pasas más tiempo en casa ahora que antes?

Pues ahora paso más tiempo sí, pero porque tengo dos niñas pequeñitas, una de tres años y medio y otra de un año y medio y quiero estar con ellas. Antes me piraba tres meses y luego volvía a casa, y ahora intento estar mucho tiempo en casa, viajo pero vuelvo siempre antes de tiempo. Y más para una grabación. Podría plantearme irme un mes fuera, pero prefiero estar en casa. Esos seis, siete meses grabando el disco al lado de las niñas, las niñas viniendo al estudio —de hecho hay fotos en el disco en las que están las niñas en el estudio—… han formado parte de la película.

¿Qué prefieres: cantar, tocar la batería o la guitarra?

Buena pregunta… creo que cantar, tío. Creo que no podría vivir sin cantar. Puedo vivir sin tocar la batería porque llevo bastantes años sin tocar ni muero de ganas y podría vivir sin tocar la guitarra porque no soy guitarrista, toco un poco por inercia, ¿no? Pero sin cantar sería una putada, tío.

¿Qué tal la experiencia del NOS el año pasado? ¿Alguna anécdota?

Pues fue muy guay, me gustó Lisboa. El festival es muy pro, muy profesional, muy guiri. Hubo algunos problemas técnicos y tal, el concierto de Radiohead… ¿y anécdota? Pues conocimos a Igor Cavalera y fue divertido.

¿Qué esperáis de esta gira?

Esperamos pasárnoslo muy bien porque he hecho el disco para pasárnoslo muy bien encima del escenario. Espero que acabe el verano, el primer tramo de la gira y te pueda decir: «tío, nos lo hemos pasado de puta madre, ha sonado muy bien, la gente ha flipado y hemos disfrutado encima del escenario». Al final es lo importante.

¿Algún anuncio de sala para Madrid?

Por ahora no. Hay previsto algo para fin de gira pero vamos a esperar a que arranque todo.

Recomendaciones musicales… ¿un clásico que siempre te acompañe?

Siempre digo el mismo, pero es que es así… Rubber Soul de los Beatles. Si se quema la casa y hay que sacar uno, sin duda, el Rubber Soul, que se joda el perro (risas).

¿Y algo nuevo, nacional e internacional?

Pues internacional… he escuchado hace poco el nuevo de Kendrick Lamar, DAMN. (lee nuestra crítica aquí), y me parece una barbaridad, un discazo. Es curioso que mucha gente como yo, viniendo del rock y demás… algo tiempo un disco como el de Kendrick Lamar para que nos llame tanto la atención, tío. Y yo no soy súper fan del hip hop, pero con el tiempo me voy familiarizando con cosas que antes no escuchaba y de repente escuchas esto y dices «tronco es que esto me entra a la primera, tío». Igual que Mastodon, que no eres fan del metal pero de repente los escuchas y te entra como un cuchillo. Algo tiene, tío. Yo creo que es como un concepto pop dentro de todo, y da igual lo que hagas. El concepto pop dentro del hip hop, el concepto pop dentro del metal… y te sale una barbaridad como este disco o como Mastodon. Y ves a unos tíos de escuchar a los Beatles y a Paul McCartney escuchando Mastodon. Pues sí, nos ha pasado, me ha pasado.

(Hablamos sobre la necesidad de actualizarse, sobre cómo nos pregunta gente en la web si somos un medio de hip hop, sobre cómo le ha influido también The Life Of Pablo de Kanye Westdurante la grabación había momentos en que nos hacíamos la gran pregunta: «¿qué haría Kanye aquí?»—, sobre cómo está cambiando el paradigma. Estamos de acuerdo y nos reímos. Luis Alberto Segura no es ajeno ni a lo que ocurre ni a lo que suena a su alrededor)

Y nacional, este de aquí (agarra un ejemplar del último Atlantis de Joan Miquel Oliver). Me parece un genio, tío. Es un topicazo decirlo pero es que es así. Me parece un discazo, una delicia de disco. No lo había visto físico aún, me lo acaban de dar, pero es brutal.

¿Qué tipo de música te flipa ahora mismo?

Pues yo sigo muy aferrado a lo mío. Escucho el último de The Shins y me flipa, o sea que sigo ahí, con mis cosas más clásicas. Cuando busco novedades en Spotify lo que me sale es de mi rollo, The Last Shadow Puppets o todo este palo. Pero en otro orden de cosas, el A Seat At The Table de Solange me tiene totalmente girado desde hace meses, lo sigo escuchando y digo: «buah, tío, qué bueno es esto». Estoy enganchado a muchas cosas aunque siempre tenga la vista puesta más en el rock, en el indie rock.

¿Qué le pides al futuro?

Pues poder seguir haciendo esto durante muchos años, tío (piensa). Sí (vuelve a pensar). ¿Sí? (se detiene un momento, un silencio vale más que mil palabras y por su cabeza deben pasar todos los fotogramas de una carrera exitosa, los ya rodados y los que están por grabar) (y afirma con más rotundidad), si va creciendo, mejor, pero si sigo pudiendo hacer esto, sería feliz. Es un crecimiento lento, de poner muchos codos, pero disfrutamos enormemente con ello, y nos mola y es como «hay que mejorar, hay que mejorar». Es un reto y estamos todos zumbaos, tío. Toma titular: «Luis Segura: Estamos todos zumbaos».

 

 

 


Fotografía: ‘L.A. / portada’ – Patricia Martín

Puntuación de los lectores

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.