Crónica | Angel Olsen en Madrid, sola ante el peligro

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Angel Olsen hace las paces sobre el escenario con la etapa más oscura de su vida y armada solo con una guitarra

Anoche Angel Olsen se atrevió con un pequeño salto al vacío de los que muchas veces solo pueden permitirse artistas consagrados o con gran bagaje a sus espaldas. Enfrentarse sola, armada únicamente con su guitarra, a un lugar tan emblemático como el Teatro Calderón de Madrid. Tan enorme que a veces incluso dificultaba la conexión íntima y verdadera con una artista que se estaba presentando quizá demasiado desnuda entre tanta sobriedad.

Ni un ruido se escuchaba entre el público, a parte de los carraspeos propios de un tiempo tan loco como el que nos asola y declaraciones de amor aleatorias en los parones entre canción, que Olsen se tomaba con humor y contando alguna historia personal y de juventud oscura y depresiva. Que es justo lo que también marca el repertorio, compuesto casi exclusivamente por canciones de tiempos oscuros (los 23-25, «una época muy triste de mi vida») revisitadas con la madurez y la seguridad de una artista que enfrentó ya su propia reivindicación personal en el notabilísimo My Woman de 2016. No era hoy el día de referirlo, excepto para disculparse por no hacerlo, pues ese día para nosotros ya llegó en el pasado Primavera Sound y con la banda completa.

Esta era una noche de Angel Olsen para Angel Olsen, para reivindicarse y quizá para redimirse con una etapa de su vida y tomar impulso para el siguiente paso, para deleitarnos con las canciones que formaron parte del camino hacia un Burn Your Fire For No Witness que supuso un nuevo principio para ella. Esas que luego aparecieron en la edición deluxe como bonus tracks junto a alguna nueva, alguna improvisación y alguno de los puntos claves de aquel disco tan especial, coronados en el bis con ‘White Fire’.

Una noche para mostrarse ante sí misma y ante el mundo como una de las mejores voces ancladas en las raíces blancas norteamericanas de la actualidad. Un lujo pensado para fans (varios de ellos personajes clave de la escena musical alternativa, por cierto) y que difícilmente satisfaría por completo a algún curioso. Pero que para los seguidores quedará grabado como escena para la posteridad.

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