La quinta edición de Mad Cool Festival empieza por todo lo alto con la confirmación de Taylor Swift, entre otros, una reformulación del espacio Valdebebas y un día más de programación
El experimento del año pasado en forma de miércoles, como una jornada de apertura que servía de excusa para acoger el concierto de una Rosalía que ese mismo fin de semana tenía compromisos con los otros dos festivales que competían ese hueco, el BBK y el finalmente fallido Doctor Music, resultó ser todo un éxito y el Mad Cool no ha querido desaprovecharlo. Así que la primera novedad con la que se presenta esta nueva edición que marca el quinto aniversario del coloso madrileño es que ya no serán 3 días completos de festival, sino 4. Sin fiestas de inauguración ni jornadas recortadas. 4 días para dar cabida a toda la enorme nómina de artistas y bandas que se esperan este año y no sobrecargar ninguno de los tres días clásicos.
Un plantel que ya ha empezado a coger forma, y de qué manera. Porque la primera confirmación (aunque nos pillara prevenidos gracias al anuncio anticipado del vecino NOS Alive) traerá a Valdebebas nada más y nada menos que a la superestrella del pop Taylor Swift, presentando el que seguramente sea su disco más festivalero, un Lover producido junto a Jack Antonoff y que la pone por primera vez siendo honesta consigo misma y haciendo lo que le da la gana, más allá de presiones y discográficas. Y la segunda no se queda atrás: Tras un vivir un ascenso meteórico durante 2019, Billie Eillish certificará su posición de nueva heredera del trono mundial del pop en el Mad Cool Festival. A estos nombres hay que sumar el más pequeño de Tove Lo, con su elegante dark pop desde Suecia, factoría del pop del futuro.
Pero no se ha olvidado el Mad Cool del rock, y lo que intuimos para este año tras estos anuncios es un mayor eclecticismo y un mayor contrapeso entre las propuestas de uno u otro lado. En el de las guitarras más canónicas encontramos a una institución como Pixies, que lamentablemente no se encuentran en un gran estado de forma y siguen a la deriva entre nuevos discos sin pegada y un directo descafeinado que al menos ha conseguido dar la sensación de superar la ausencia de Kim Gordon con la bajista Paz Lenchantin. Y mirando más hacia el futuro encontramos a alt-J, que regresan a Mad Cool aunque no sabemos muy bien si con nuevo proyecto bajo el brazo tras el relativo bajón que supuso Relaxer con respecto a sus dos primeros trabajos, canon de los 2010 (especialmente el primero y aunque sean también una de las bandas que más se presta a debates de la década), y a los Twenty One Pilots, una de los actos de rock con mayor poder de convocatoria del mundo actualmente, ganadores de un Grammy con su disco de debut y marcados por un sonido que mezcla la energía de los primeros Strokes con hip-hop, skate-punk…
Parece que habrá de todo y para todos en este nuevo Mad Cool, pero esto no ha hecho más que empezar. Queda un largo camino hasta llegar a los días 8, 9, 10 y 11 de julio.