No es la primera vez que me refiero al tema: ¡cuánto está costando olvidar el britpop desbocado de The Libertines o los (primeros) Arctic Monkeys! Y es que el mecanismo no termina de carburar en estos últimos años, por mucho que lo intenten grupos como Palma Violets o Swim Deep (en este 2013), de los que ya hemos hablado aquí.
El penúltimo grupo llamado a tomar las riendas del pop británico ha sido Splashh, imberbe cuarteto londinense de rock psicodélico que acaparó mucha atención a finales del año pasado con sus primeros singles. Comfort, cuyo álbum de debut, fue presentado el pasado junio.
Se les ha comparado con Libertines (para variar), Pixies o Deerhunter (posiblemente la más acertada); a mí también me vienen a la cabeza The Last Dandies.
Algo de ellos hay en cada uno de los cortes que componen Comfort, aunque debemos bucear tras el manto de reverberación, distorsiones desbocadas y psicodelia que cubre la voz de Sasha Carlson. Quizá, de esta nueva remesa de grupos, la suya sea la voz que menos tiene que envidiar al descaro de Barât y Doherty (aunque sigue habiendo demasiada distancia).
‘Headspins’ es la encargada de abrir el disco y despertar las esperanzas de encontrar en él algo más que el dichoso hype que tan instaurado está en la música actual; poderosa línea de bajo y batería cabalgan junto a un riff entretenido que, sin embargo, no hace olvidar a Swim Deep o al resto de aspirantes.
La sensación cambia cuando empieza ‘All I Wanna Do’, uno de sus primeros singles, así como su éxito más rotundo. No es que tenga una estructura muy distinta al resto, tampoco goza de una letra asombrosa, pero está inspirada, suena joven y viva; en definitiva, tiene gancho.
Tras ella, nos encontramos ‘Need it’, uno de los temas más cañeros, con reminiscencias noventeras ocultas tras el perenne manto de ruido y psicodelia. ‘Vacation’, máxima expresión de la reverberación de Confort con un estribillo la mar de atractivo y ‘So Young’ (más del mismo furor juvenil) terminan la primera parte del elepé notablemente.
‘Lemonade’ es la encargada de abrir la segunda mitad, sin cambios aparentes en el frente. La misma psicodelia que, a pesar de los minutos sigue sonando fresca y reconfortante como al principio. Tras ella, es el turno de ‘Feels Like You’, mi segundo tema preferido. En cuanto a sonido, tampoco existe demasiada distancia, solamente se podría apuntar el sintetizador del estribillo, pero un escalón más inspirada que el resto. Una delicia de canción.
Tras escasos veinte minutos de Splashh llegan ‘Washed Up’ y ‘Strange Fruit’, postrimerías de Comfort. Es cuando comenzamos a darnos cuenta de la fugacidad de este disco y una sensación de insatisfacción comienza a invadirnos. ‘Lost Your Cool’, con un tempo más lento, culmina este disco que deja una sensación agridulce.
Aunque es uno de los intentos más loables por hacernos olvidar la pasada década, Splashh vuelve a quedarse a medio camino; de nuevo se genera mucha expectación que termina dejándonos a todos considerablemente descontentos. No obstante, se trata de uno de los intentos más recomendables, por la frescura, porque el furor juvenil siempre es bien recibido y porque en lo musical es sobradamente atrevido.
Nota bandálica: 7
Habrá que escucharlo!! A mi el single me apuntaba a grupazo muy fresco!!