Los cordobeses ponen fin a la gira de su último trabajo el próximo mes de febrero en Madrid y Barcelona
Con motivo de las últimas fechas incluidas en la gira de su último trabajo, Ulises (2016) —que se coló entre los 15 mejores discos nacionales de ese año—, hemos podido entrevistar al guitarrista y cantante de la formación cordobesa, Cándido.
En cuanto al nombre de la banda, aunque a estas alturas ya nos hayamos acostumbrado a escucharlo y leerlo —especialmente porque no es el único con este formato—, su origen fue simple y surgió gracias a que «Ángel, Pedro y yo teníamos una banda muy diferente a Viva Belgrado. Un estilo folk a lo Bon Iver cuya temática y letras giraban en torno a la Europa del Este. Una de esas letras decía algo de Viva Belgrado… y poco antes del primer bolo, nos gustó el nombre y así se quedó».
Si hay algo característico de Viva Belgrado, es esa defensa y práctica cotidiana del do it yourself, un hecho que repercute en aspectos como la posibilidad de vivir de la música. «A ver, vivir de la música para tener unas vidas independientes con hipotecas, familia y todas las responsabilidades que ello conlleva… por el momento no».
Sin embargo, este aspecto no les ha hecho cambiar de opinión ni modificar su punto de vista, «nosotros hemos elegido esta forma de trabajar, de vivir. Hemos acabado los estudios, tenemos el apoyo familiar y nos podemos permitir el lujo de irnos de gira por Europa, Asia o Rusia. De otra forma, con un trabajo convencional, esto sería imposible. Hay que aprovechar el momento».
Pero todo ello no acorta sus expectativas de crecer, de dar un paso más… seguir el camino que abrieron bandas como Standstill o Berri Txarrak. «Nos encanta la manera en la que lo han hecho, pero queremos ser coherentes con nosotros mismos y la manera de funcionar de la banda. Claro que nos encantaría, pero no lo queremos hacer a cualquier precio. A nivel internacional, bandas como La Disputé o Touche Amore también demuestran que se puede crecer sin renunciar a tus principios».
Viva Belgrado, una banda que se mueve en un circuito punk, hardcore, metal… donde la autogestión se ha convertido en emblema y orgullo, aunque a veces también genera cierto hermetismo. «Sí que es verdad que en algunos temas hay cierto recelo, demasiada crítica gratuita. Echo en falta un poco más de riesgo en todos los aspectos, no sólo en el musical. A veces se mezclan de forma errónea las ideas políticas y la manera de funcionar, musicalmente hablando».
De hecho, este hermetismo se puede comprobar con una de las situaciones que les ocurrió en Galicia: «En un bolo, una banda con la que íbamos a tocar, finalmente no quiso porque se cobraba 5 euros la entrada y ellos decía que en un centro autogestionado no se le puede cobrar eso a la gente. La realidad es es que las bandas tienen gastos y hay que cubrirlos de alguna manera, eso es básico para que esa banda sobreviva».
En relación con esto último, las diferencias musicales entre el norte y el sur de España parecen ser un hecho tan real como la vida misma, especialmente si lo afirma un andaluz como Cándido: «por supuesto que notamos esa diferencia, nuestro estilo tiene mucha más aceptación en el norte. El País Vasco y Galicia, por ejemplo, nos sorprende la cantidad de gente que viene a los bolos y cómo aceptan nuestro estilo. En Andalucía es otro cantar, tiene otra tradición. Incluso Granada, con toda esa movida indie de los 90, también se ha quedado un poco anclada en esos estilos. Nuestro estilo es complicado en el sur».
‘Guillotinas’ ha sido el último single —al igual que ‘Epílogo: La Cima’—de Viva Belgrado, una exploración hacia nuevos sonidos que pretendía provocar. «Con ese tema buscábamos guillotinar, valga la redundancia, de alguna manera la cabeza de Viva Belgrado. Un experimento multidisciplinar que no implica un cambio en el sonido de la formación. Fue, quizás, algo muy puntual que ha dado muy buen resultado».
Es más, este último lanzamiento fue presentado en el programa Los 40 Trending de Los 40 Principales. Hecho que tuvo algunas consecuencias pero que no les ha hecho cambiar de opinión: «Nos han llovido críticas dentro de la escena, pero nosotros somos gente inquieta. Estamos dispuestos a experimentar y a dotar de cierto dinamismo necesario a la banda».
Una situación que hay que contextualizar, ya que Viva Belgrado firmó por Aloud, uno de los sellos underground más representativos a nivel nacional. «Cuando nos llegó la oferta, personalmente me hizo mucha ilusión ya que es un sello al que conocía previamente y su line-up me parece impresionante. Nuestra relación con ellos ha ido creciendo poco a poco y con Ulises se han volcado al cien por cien».
En cuanto al futuro, la banda se quiere centrar en las fechas fin de gira y la continuación de Ulises sigue en el aire. «A día de hoy, no tenemos nada previsto. Tras el fin de gira daremos un pequeño parón, plantearemos los proyectos futuros y también la forma de llevarlos a cabo. En lo referente a nuevo disco, no tenemos planeado nada actualmente».
A corto plazo, estarán el 3 de febrero en Madrid —junto a Boneflower y Bienvenido Mr Mime—en la Sala Caracol (ENTRADAS) y el día 23 —con L’ Hereu Escampa y Lang— en el Centro de Arte Contemporáneo Fabra i Coats de Barcelona (ENTRADAS). Y para este verano, han sido confirmados para el Tsunami Xixón en agosto y no descartan la presencia en algún que otro festival estival.