Analizamos Comedown Machine, el quinto disco de The Strokes, pista por pista para seguir la tradición que iniciamos con la crítica de Angles, su predecesor.
Tras la sorpresa que supuso Angles en 2011, Comedown Machine ya debería cogernos curados de espanto, pero aun y así es un disco con registros muy variados, y como cualquier cosa que firmen los Strokes, merece varias escuchas antes de emitir veredicto.
1. Tap Out
La guitarra cruda y desnuda del inicio es para despistar. Pasamos luego a un sonido mucho más pop y ochentero, que nos hace recordar el ‘Macchu Picchu’ que abría Angles, pero que se queda plano y sin fuerza. Esta falta de mala leche será una de las constantes del disco. A medio camino entre unos Duran Duran y unos Police descafeinados, es un tema que encajaría perfectamente en la radio del GTA Miami.
2. All The Time
Tras el «susto» de ‘One Way Trigger’, primer anticipo de Comedown Machine, la mayoría nos alegramos cuando comprobamos que ‘All The Time’ mostraba el sonido Stroke de siempre. Más tarde, nos dimos cuenta de que esa era casi su única virtud. Tiene un buen comienzo y un buen gancho justo antes del estribillo, pero es ahí donde falla. Ramplón y repetitivo, sin gracia. Casablancas en su versión más gangosa y desganada.
Inferior a ‘Under Cover of Darkness’, el primer single de Angles, ‘All The Time’ habría sido un buen descarte de Is This It? o incluso Room On Fire.
3. One Way Trigger
Tengo sentimientos encontrados hacia este tema. Cierto es que nadie compraría un disco de The Strokes para escuchar como los chavales juegan a sonar a A-Ha, mientras Julian se dedica a hacer gorgoritos, y eso por no hablar del affaire Maná… Pero ‘One Way Trigger’ tiene ese «algo» que engancha y hace menear los pies, y que en el resto del disco sólo encontramos puntualmente.
4. Welcome To Japan
Una perfecta muestra del que es ya el «nuevo sonido» Strokes. Aquí la banda demuestra que sabe moverse con desenvoltura en este registro, aunque esté muy alejado de su estilo clásico. Una melodía marca de la casa, un perfecto juego entre las dos guitarras, y un Casablancas contenido, que sube y baja donde tiene que hacerlo. En suma, un tema compacto y equilibrado, aunque no le habría venido un poco más de fuerza, y menos falsete en los coros. Bien.
5. 80’s Comedown Machine
La definición del anti clímax. Lo que los Strokes no deberían hacer, pero aun y así lo intentan. Creo vislumbrar que el objetivo era hacer un ‘The Modern Age’ a ritmo súper lento, pero el resultado es un tema que languidece y languidece sin llegar a ningún lado. Coincidencia o no, ese es uno de los significados de «comedown» en inglés: decaer, ir a menos. Aplicarle ese significado a todo el disco es toda una tentación, desde luego.
6. 50 / 50
Los Strokes aplacan nuestro cabreo con el tema más rabioso de todo el disco, un sonido muy ‘NY City Cops’, pero con un estribillo más cañero y distorsionado (de hecho nunca antes habían metido tanta distorsión). Ahora sí, unos Strokes verdaderamente en forma y que se divierten con lo que hacen. Lo mejor de Comedown Machine.
7. Slow Animals
Vuelta al sonido suave y la voz susurrante de Julian. Ya vamos viendo el jueguecito que se trae Comedown Machine. Una de cal y otra de arena; palo y zanahoria. En su estilo, ‘Slow Animals’ no es un mal tema, y tiene gran parte de lo bueno que tenía ‘Life Is Simple In The Moonlight’.
Comprendamos o no su manía por sonar a una mezcla entre Roxy Music y Radiohead, aquí salen airosos gracias a un buen estribillo en el que sube la intensidad; al final, resulta que el tema no era tan susurrante. Otro tema que podemos salvar.
8. Partners In Crime
Una de las pistas más curiosas de todo el disco. Es como aplicar el «nuevo sonido», un poquito acelerado, sobre la base rítmica de ‘Last Nite’. Como si los Strokes se hubieran remixeado a sí mismos. Pero, como ocurre con los buenos mashups, la cosa funciona, y los Strokes vuelven a darnos ganas de salir a bailar. Ojalá todo el disco sonase así.
9. Chances
Casablancas sigue empeñado en lograr el falsete perfecto para la balada ochentera definitiva. Aunque el fan de los Strokes clásicos se exaspere, en el fondo es como retomar una línea abierta en Room On Fire. Podría ser una continuación de ‘Automatic Stop’, con la evolución de sonido experimentada en estos diez años. ‘Chances’ no es tan redondo como aquel tema, pero tiene una buena melodía, que se pega.
Esta puede ser nuestra canción si queremos conducir de noche, o bailar pegados con los Strokes. Si el cuerpo nos pide más caña, botón skip y a correr.
10. Happy Ending
Tocaría volver al rock y los sonidos afilados, ¿verdad? Pues no, los Strokes nos cambian el paso con un nuevo tema pop de inpiración ochentera, aunque con su ración de guitarras para que Hammond Jr. y Valensi no bostecen. Con esto, en definitiva, nos vienen a mostrar qué es lo que prevalece en Comedown Machine. Sin ser un mal tema, no acaba de destacar, y volvemos a echar en falta un poco más de fuerza.
11. Call It Fate, Call It Karma
Inspiración de RnB y melodías añejas para este curioso cierre, un tema verdaderamente único en la discografía de The Strokes (aunque tiene mucho de Little Joy, proyecto paralelo de Moretti). Este nuevo y definitivo desafío a su base tradicional de fans, que de primeras puede parecer grotesco, deja en realidad un inesperado y delicioso regusto, como los buenos vinos.
Seamos justos, si este tema lo firma Animal Collective o Devendra Banhart, más de un crítico hablaría de genialidad. De todos los experimentos de Comedown Machine, me parece el mejor. Aunque, como cierre del álbum, no consigue quitarme cierta sensación de frialdad, de no haber comprendido bien por qué Casablancas y cía sentían la necesidad de publicar nuevo disco.
Conclusión:
Comedown Machine es un disco irregular, con algunos temas prescindibles, aunque también con tres o cuatro aciertos, que son reflejos del talento que solían tener los Strokes.
En comparación con su antecesor Angles, es un disco menos heterogéneo, menos excesivo, y quizá menos brillante; pero muestra un sonido más asentado. La banda ha encontrado una nueva zona de confort, que ya no es el sonido clásico de Is This Is?
A pesar de todo, a Casablancas y compañía hay que pedirles algo más. Sólo lo encuentro en Comedown Machine cuando se nota que se lo están pasando bien. El resto, se pierde entre cierta sensación de desgana. ¿Será la edad?
Dónde está estipulado que The Strokes deben siempre hacer lo mismo??
Es un gravísimo error comparar sus propias canciones.. porque entonces no has puesto la suficiente atención a sus cuatro trabajos anteriores… Cada canción de ellos tiene algo que la hace única e irrepetible…
P.S. Little Joy no es de F. Moretti y Nick Valensi, sólo está Fab de The Strokes…
Tienes razón, Valensi ha colaborado con Little Joy pero no es miembro de la banda – corregido.
Es un buen disco, pero solo se les perdona por se the strokes porque realmente no es la gran cosa es una mezcla de un sinfin de canciones ochenteras sin nombrar la basura de mana!!! Hubiera sido mas stroke si Casablancas no intentara cantar como un justin timberlake combinado con un michael jackson despues de no se que!!!!!!! Pero pues algo mas para el repertorio de musica para el olvido.
Lo que no me gusta en particular es el mayorr experimento del total, que es Julian cantando a lo MGMT o como cuando canto para Daft Punk, por ejemplo Tap Out habria salido mejor con la voz normal de Julian, lo mismo para Chances y Partners in Cryme, las mejores son las que canta normal
Para escuchar THE STROKES..pues simplemente se tiene que tener un buen oído..No pueden pedir similitudes en las canciones de ellos..porque cada canción es diferente, es única y especial..suene como suene.. ademas las letras y la manera en que compone JULIAN y THE STROKES pues no se encuentran en cualquier banda.Y JULIAN hizo un excelente trabajo con daft punk, podría afirmarse que hizo la mejor canción de duft punk…por que??..Porque la canta JULIAN nadie podría cantar instant crush de la misma manera en que el la interpreta.
LA VOZ DE JULIAN ES UNICA INIGUALABLE!!!
Estimados,
Este álbum esta para escucharlo todo seguido. Yo pude notar que todo el álbum es como una historia que ilustra de una manera muy genial e innovadora una vida de decepciones, humanos que viven como máquina. Esa es mi impresión, hay sólo emociones ásperas que excitan y que luego nos dejan nadando en el vacío. Una y otra vez.
A poner atención al juego entre todos los instrumentos, niveles y excelente producción que caracteriza este álbum. Pienso que es un álbum atrevido y que hay que saber escuchar.
No creo que sea relevante comparar este álbum con sus antecesores, no es como si la vida de una banda quedara siempre igual y cerrada en el sonido por el que se hicieron famosos. Sería aburrido para todos, sería irreal.
Consejto: Escucharlo varias veces y maravillarse de siempre escuchar nuevas cosas. 🙂
Si un análisis es decir lo primero que se te ocurre al escuchar una canción, sería tan fácil graduarse de la unversidad y ser investigador. Un análisis crítico conlleva una valoración mucho más profunda del objeto de estudio, si no estaríamos hablando de un simple comentario y descripción del álbum. Es un disco bastante cool y no lo escuchaste como se debe.
Caray, una disección superficial tomando punto de comparación subjetivo. Creo que Strokes apostaron a la evolución, no quisieron arriesgarse a «encasillarse» con «himnos» como Reptilia o Last Nite, puedes tomar cualquier tema de CM y decir que representa el disco, por que en esencia, lo hace.
Otro dato curioso, que reafirma mi anterior comentario, es que los comentarios que he leído varía mucho los temas favoritos de cada persona, cosa que no sucede (o rara vez) en sus primeros 3 discos.
Ojo, Strokes -aunque puntas de lanza- bajan un poco la guardia en la escena la rock alternativo. No es un mal disco, es un disco bueno sin llegar a ser excelente. Veremos como nos va con su próximo álbum.
Mi puntuación: 8.0/10