Y llegamos al sábado, el último día, el de las despedidas. Todo apuntaba a que llovería y haría un frío del copón y, claro, nos tapamos como si fuéramos a ir al Himalaya. Obiviamente, no fue así y hubo sol y temperaturas agradables. Tampoco hubo Orcos. En ningún momento del día, por ningún lado. Alabado sea Gandalf el Blanco.
Tras la matada del jueves y los planes chafados del viernes, esto es lo que nos depararon nuestras últimas horas en el Fòrum:
Television (Sony)
Aunque por edad, al que escribe, Television les pillen algo lejos, el suyo es uno de los conciertos obligatorios del Primavera y en seguida ellos mismo dejan evidente el porqué. Verlaine y compañía pueden estar bien orgullosos de haber influido en generaciones enteras (grupos como The Strokes les deben gran parte de su éxito). La banda estadounidense (re)presentaba su disco de culto Marquee Moon para alegría de quienes disfrutamos de la buena música.
Y sí, puede que hayan pasado los años, pero éxitos como ‘Venus’ o ‘Elevation’ suenan completamente atemporales. La única pega (sus incondicionales me matarán) es que ‘Marquee Moon’ (canción), con sus diez minutazos largos se hace… ¿Cómo decirlo? Ah, pues eso, larga. (David)
Dum Dum Girls (Pitchfork)
A mí las Dum Dum Gilrs me parecen guay por lo general. Así que, obviamente, voy a verlas. Además vi el webcast de su actuación en el Coachella y me moló. Llego al Pitchfork con muchas ganitas de ver a las estadounidenses. El interés me dura tres canciones, justo el tiempo de escuchar ‘I Got Nothing’. Supongo que lo que falla es el atuendo de Dee Dee, que no es el que llevaba en el festival californiano (véase más abajo). (Roby)
Spoon
A Spoon los veo poco y de rebote. Solo conozco una canción de ellos, ‘I Turn My Camera On’ (que descubrí por un capítulo de los Simpson, ¡olé yo!). Y que tocan la tercera. Desprovisto de argumentos para seguir escuchándolos, me asalta la duda de si quedarme o pirarme. Al final me quedo un rato más y no me arrepiento en absoluto.
Puede que sean un nombre menor dentro del cartel, que el escenario se les queda un pelín grande (por lo menos al principio, luego se va llenando), pero Spoon sabe adaptarse, sacar adelante un buen directo y alegrar la tarde del último día de festival. (David)
Manel (Heineken Hidden Stage)
Lo cierto es que me viene hasta bien que las Dum Dum Girls hayan resultado tan insípidas. Así tengo tiempo para pillarme una birra sin gluten y servirla (para lo cual se tarda alrededor de 5 minutos, qué difícil es ser celíaca… sobre todo cuando no lo eres) y hacer cola para ver Manel. Arrancan y tocan ‘Al Mar’ y ‘A Veure Què En Fem’ antes de dirigirse a nosotros para informarnos de que ellos no son The Pizza Underground (y dos guiris delante de mí se marchan). En directo son impecables, no fallan una nota y todos los instrumentos tienen su momento de protagonismo y gloria.
Juegan con la ventaja de tener delante a un público que está ahí porque de verdad quiere verlos, y en un espacio reducido. Todos cantan, bailan y saltan. Hasta yo: una italiana que vive en Málaga, cantando en catalán y disfrutando como la que más. Con una aceleradísima ‘Benvolgut’ nos revolucionan y con ‘Teresa Rampell’ el Hidden Stage está on fire. Gracias por haber fallado, Macaulay. (Roby)
Cloud Nothings (Vice)
Tengo un amigo que en su día intentó por todos los medios que Cloud Nothings me gustaran, sin obtener demasiado resultado. No obstante, aquí estoy yo, en el Vice, para verlos junto con David. Musicalmente, lo hacen muy bien y el sonido les ayuda, cumpliendo en todo momento.
Está hasta la bandera de gente y la peña se deja llevar por completo, en el verdadero sentido de la palabra: había como cuatro personas surfeando los demás asistentes. Momentos álgidos, cómo no, los de ‘I’m Not Part Of Me’ y ‘Psychic Trauma’. Un gran concierto en un escenario que se le queda demasiado pequeño. (Roby)
Nine Inch Nails (Sony)
Lo reconozco: a NIN voy más por postureo que por otra cosa. No sé, tanto NIN y tanto tal, quiero ver qué pasa. Y lo veo. Un espectáculo de rock alucinante, de ese rock que escuchaba antes y que he dejado a un lado. A ratos más hard, a ratos más electrónico, a ratos más industrial y en todo momento auténtico. Los de Trent Reznor me van haciendo un “¡ZAS! En toda la boca” tema tras tema. Por cierto, ¿sabéis cuál es mi tema favorito de los NIN? ‘Closer’. Me pone malita, en serio. Y a ver si podéis adivinar qué canción me pierdo por una imperiosa e incontrolable necesidad de visitar los POLY KLYN. EXACTO.
Pero no todo está perdido y los de Cleveland nos llevan a un orgasmo explosivo con El Triunvirato: ‘Wish’, ‘The Hand That Feeds’ y ‘Head Like A Hole’, que hasta yo canto dejándome la voz allí mismo (si alguien la encuentra, por favor contacte conmigo). Tocan las tres seguidas, con una potencia implacable. Canciones que son como fuego abrasador, tocadas con una energía que es prácticamente tangible y se te mete por las venas, por los pulmones, ¡por todas partes! De las que te hacen pensar «joder tío, esto es una puta animalada».
Y llega el final, en breves comienza Foals, así que ahí dejo a los NIN tocando ‘Hurt’… Más que todo porque eso sí que no lo cambiará nunca nada: aunque la original sea vuestra, la versión de Johnny Cash es la única y verdadera, lo siento Trent.
Pero en fin, otra sorpresaca que me llevo de esta edición del festival: después de todo NIN no están tan sobrevalorados como yo pensaba. Al fin y al cabo, NIN son la hostia. (Roby)
Ty Segall
Me declaro fan incondicional de Ty Segall. Si tuviera que enumerar mis momentos favoritos del festival serían The National (con holgada diferencia), Arcade Fire y, en tercer lugar Ty Segall. Por muy pequeño que pueda aparecer su nombre en el cartel de la mayoría de los asistentes, para mí era una banda a la que quería ver sí o sí. Básicamente para tener enfrente al animal capaz de sacar tres discos al año y montar otras tantas bandas (Fuzz, colaboraciones con White Fence, Ty Segall Band).
Al igual que Pond, y a pesar de que Sleeper (su último disco) es bastante acústico, Ty Segall es puro músculo en el Pitchfork. Uno tras otro, el (ya no tan) chavalín rubito va desgranando su repertorio con una energía desbordante. No hay apenas pausa entre canciones y el fuzz no para de resonar en sus enérgicos solos para dibujar una noche apoteósica para los que matamos por una guitarra. De todas sus canciones, me quedo con ‘Thank God For The Sinners’, que resume fielmente el poderosísimo sonido de Segall. (David)
Foals (Heineken)
Mientras vamos a Foals, mis compis de aventura, Alicia y Dani, me dicen que en el Decode fueron aburridísimos. Pero yo no los he visto nunca, así que más majos que la peseta, me acompañan. Y LO FLIPAMOS. Yannis y los suyos arman la de San Quintín y nos hacen bailar, saltar y palmear (el martes seguía con dolor de manos). Conectan perfectamente con el público presentándose con ‘Prelude‘, que abre paso a ‘Total Life Forever’ y ‘My Number’ (amor infinito). Tocan con tanta fuerza que en un par de ocasiones creo que van a romper algo y se nos va a joder el clímax. Pero no, bendito sea Darth Vader.
Los potrillos apuestan por un setlist más bien cañero, pero le hacen un hueco a su eternamente hermosa ‘Spanish Sahara’. Chaval, qué buena manera de ir cerrando un festival. (Roby)
Cut Copy (ATP)
Con todo el subidón del mundo, causado por los potrillos, nos vamos al ATP para volver a juntarnos con el David y darlo todo con el electropop de los australianos Cut Copy. Llámalo x, llámalo patata, nos lo pasamos genial de principio a fin. Todo son sonrisas y peña disfrutando. Yo me enamoro de ‘We Are Explorers’ y ‘Meet Me In The House Of Love’.
No sé si es la cerveza o la endorfina que me sobra tras tanta música excelente, pero incluso yo, la que mueve mal hasta las pestañas, me encuentro bailando. Buen rollo, periteo, festivaleo: Cut Copy todo el mundo. (Roby)
Dj Coco (Ray-Ban)
La sesión de Dj Coco me recuerda mucho a las fiestas que se hacen después de un evento (un aplauso por la aportación). Cuando vuelves a reunirte con todo tu equipo y lo das todo, porque has sobrevivido (algo que hasta entonces habías considerado tan solo como una mera esperanza) y eso te produce un chute incontrolable de adrenalina.
No nos pidáis que os describamos detalladamente qué es lo que ocurrió durante la sesionaca del residente de La [2] de Nitsa. Porque es demasiado pedir, os lo digo. Porque nosotros al PS14 íbamos de fans (véase foto más abajo). Porque en nuestra toccata e fuga al PS nos ha llovido, hemos pasado frío, nos hemos pegado verdaderas palizas y eso nos da derecho a quitar los frenos y disfrutar de la clausura. Así que eso es lo que hacemos en cuanto llegamos al Ray-Ban.
Nos lo pasamos de puta madre con temas como ‘Fight For Your Right To Party’ de los Beastie Boys y su antítesis ‘Since You’ve Been Gone’ de Kelly Clarkson, pasando por otros de The Cure y Depeche Mode. Y haciendo pogo. Llevaba una década sin hacer pogo.
Dj Coco invita a acompañarle en su sesión a amigos, familiares y al hijo del vecino (todito el equipo del Primavera) y nos brinda una sesión de remixes de lo más clásico e infalible… exactamente lo que todos queremos que nos pinchen cuando la fiesta se está acabando.
Así llegamos a las 7:30 de la mañana, extasiados por toda la buena música y por la experiencia. Nos da mucha pena que ya se haya acabado, y ya empiezan los «¿y ahora qué?», aunque en realidad nuestros cuerpos están haciendo la ola (metafóricamente, que a ver quién carallo tiene fuerzas para una ola a esas horas después de un PS).
Y así llegamos al fin de nuestra propia Travesía del Anillo. Ha sido divertido, espectacular, extenuante y emocionante. Adiós, Primavera, hasta el año que viene. (Roby)